Literalmente se trata de un nuevo día. El título con el que Alejandro Palomo quiso bautizar su colección de otoño-invierno 2021-2022 (Nuevo día) no es fruto de la casualidad, sino de un discurso que lleva años declamando y que, por fin, ha hecho poso en la sociedad. Romper con los compartimentos estancos que eran los géneros de identidad ya es la bandera que enarbolan las nuevas generaciones y que ha abierto una brecha que ha colocado a las realidades ‘no convencionales’ en el centro de la atención mediática. “La moda sin género es una realidad absoluta y que ha venido para quedarse, no como una tendencia, sino como una necesidad”, afirma el creador.

“El hombre está cada vez más liberado con la moda, y está más abierto a tener opciones”. De ahí el éxito de colecciones como las de Gucci, para las que su director creativo, Alessandro Michele, ha acuñado una nueva masculinidad en la que le acompañan embajadores como el cantante Harry Styles. Y mientras Romeo Beckham ha protagonizado su primera campaña de la mano de Saint Laurent, el actor Billy Porter ha desafiado al binarismo junto a la firma de calzado Jimmy Choo. Incluso Balenciaga ha creado junto a RuPaul, el pivote catódico más destacado del movimiento drag, una colección consagrada a la libertad sexual.

●