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PILAR MANCHÓN

TRABAJAMOS PARA QUE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL SEA MÁS HUMANA

Por Elena MANDACEN Foto: Elena OLAY

El periplo que ha seguido Pilar Manchón (Sevilla, 1972) es similar al de tantos investigadores y emprendedores que han cruzado nuestras fronteras en busca de nuevos retos, aunque pocos han alcanzado un puesto como el suyo. Empezó estudiando Física en la Universidad de Sevilla y luego hizo Filología. Una beca la llevó a la de Edimburgo, para hacer un máster en Ciencia Cognitiva y Lenguaje Natural, y otra a la de Stanford (California, EE.UU.). Allí, en Silicon Valley vive desde 2013. Hoy, trabaja como responsable de Inteligencia Artificial para el gigante Google, es una de las personas que más sabe en el campo de los sistemas conversacionales (la tecnología que permite que ordenadores y asistentes virtuales nos entiendan cuando hablamos) y figura en la lista de los 20 latinos más influyentes del mundo de la tecnología. Ella sigue pensando que para crecer hay que salir fuera, aunque también que hay mucho talento por explotar en nuestro país.

MUJERHOY. ¿Por qué se habla tan poco de España como exportador de talento en perfiles tecnológicos como el suyo?

PILAR MANCHÓN. Tengo una opinión muy particular al respecto. Salimos a conocer mundo, pero como se come en mi casa no se come en ningún sitio. Tenemos unos lazos familiares muy fuertes, nos cuesta mucho más movernos de manera permanente y muchas de las personas que, como yo, emigran por crecimiento profesional y oportunidades laborales, en algún momento terminan volviendo a España. La calidad técnica, académica y profesional de las personas que se forman en España es muy alta. No tienen nada que envidiarle a otros países, aunque fuera están mucho más optimizados para que ese talento surja con más facilidad, tengas éxito y te comas el mundo.

¿En qué consiste su trabajo actualmente en Google?

Lidero la estrategia de investigación en Google IA (Inteligencia Artificial). Tenemos mucho talento investigando en campos muy diversos, lo que hace que a veces sea complicado unir todas esas piezas. Nuestro reto es alcanzar una visión más completa de un campo y conseguir que sea útil.

¿Qué diría a quien percibe la inteligencia artificial como usurpadora del trabajo, como algo que nos deshumaniza?

Cuando hay algo disruptivo, algo nuevo, lo tememos. Somos reticentes al cambio. Pero, a medida que te educas, ves que forma parte de la evolución humana. Desde la revolución industrial hemos visto que el trabajo no se ha destruido, sino que se ha transformado. Hay un informe de McKinsey & Co que dice que, cuando llegó Internet, se creía que destruiría determinados puestos de trabajo. Sin embargo, se crearon otros muchos distintos. Si me preguntas a mí, prefiero trabajar menos, tener más tiempo para mí, mi familia, mis hobbies. Ese es el futuro que facilita la inteligencia artificial, la robótica, las tecnologías: hacer más con menos.

Las máquinas aún no nos entienden, pero son capaces de saber qué estamos diciendo. ¿Qué será lo próximo en el campo de los asistentes de voz en el hogar?

Google Home, el asistente virtual de Google, al que puedes acceder a través del teléfono o de múltiples dispositivos, abre las puertas a un mundo de servicios, de automatización, que va en la dirección del hogar inteligente. Trabajamos para que sea más humano, tenga más sentido común y pueda dar más servicios. Es fundamental saber qué quieres que el asistente sepa de ti o cómo debe relacionarse con el resto de personas que viven en tu casa. Estamos dando pasos de gigante hacia servicios muy personalizados, inteligentes y que dan al usuario control, transparencia y privacidad.

¿Es la inteligencia artificial la gran aliada contra la Covid 19?

Absolutamente. La velocidad a la que se han desarrollado las vacunas se debe en parte a simulaciones a través de la inteligencia artificial. Por otro lado, hay iniciativas que han ayudado a frenar la expansión de la pandemia, como por ejemplo el rastreo de contactos. Google, como otras empresas, han permitido hacerlo a escala

Lleva más de 20 años intentando que la tecnología y los seres humanos nos entendamos mejor. Ahora, desde su puesto en el gigante de internet, cree que muy pronto no podremos (ni querremos) vivir sin conectarnos con las máquinas.

masiva en muchos países. También hay herramientas de procesamiento del lenguaje natural para crear voces o asistentes que puedan dar información en tiempo real, para que la gente sepa dónde tiene los accesos, dónde ir si tiene un problema o, por ejemplo, cómo se ha organizado un servicio de Urgencias. Sin este nivel de desarrollo, una pandemia como esta habría sido aún más letal.

En ese sentido, el confinamiento ha acelerado la digitalización en todo el mundo, también en España.

La necesidad es la madre de la innovación. En España tenemos la ventaja de tener unas infraestructuras muy avanzadas, pero se ha tenido que empujar un poco para que más gente tuviera acceso y se pudiera comunicar. Esta pandemia ha dejado claro que es posible trabajar desde casa, pero no es lo ideal. Pienso sobre todo en temas de investigación. En Google estamos deseando volver con los colegas para tomarnos un café juntos y hablar de muchas cosas. Cuando formas parte de una comunidad, ese contacto es muy necesario.

¿Qué le hace falta a España para la digitalización plena?

Somos un poquito especiales, para lo bueno y para lo malo. Nos gusta hacer las cosas a nuestra manera y, cuando tienes tradiciones muy fuertes, es un poco más difícil cambiar, adaptarse. Es lo que está pasando. Necesitamos tiempo para encontrar ese nuevo lugar en el que usar los servicios digitales de una manera responsable sin perder nuestra esencia, nuestra filosofía de vida.

No menciona la inversión.

Sin duda. Hay que apoyar las inversiones en investigación, desarrollo y digitalización de administraciones locales o regionales, y ver a qué se destinan. También la educación. Los chavales están ya preparados, pero las generaciones anteriores necesitan programas específicos que les ayuden en esta transformación. Tiene que haber una coordinación entre la sociedad civil y las administraciones.

¿Qué recuerda de su aterrizaje en Silicon Valley, allá por 2013?

Fue muy intenso. Llegué aquí porque Intel compró mi empresa, Indisys, y me pidió que me trasladara. En dos días me tuve que venir a California con la maleta y el niño. Pasar de trabajar en una start up a estar en una multinacional fue difícil. Pero desde el punto de vista personal fue también una vivencia única. No te imaginas todo lo que tiene que pasar una empresa como la nuestra antes de ser adquirida: auditorías, negociaciones... Pasé cinco meses casi sin dormir hasta que se cerró la operación. No quedaba otra que apretar los dientes y seguir adelante.

Usted que habla a menudo de procesos de adaptación, ¿cómo fue el suyo a este entorno?

Mi hijo tenía siete años y pasé de tener una red de seguridad con mi familia en España, mis padres, mis vecinos, a no tener a nadie en California y crear una nueva. Por ejemplo, buscar un colegio para el niño en un entorno nuevo, lleno de gente superbrillante, te hace sentir especial y pequeñita al mismo tiempo. Es ahí donde surge el síndrome del impostor, que es muy real cuando te ves rodeada del talento que hay en Silicon Valley. Mi hermana es atleta olímpica [Blanca Manchón, regatista] y hemos hablado mucho de cuando se clasificó para los Juegos Olímpicos, comparándolo con mi llegada a Silicon Valley. Llegas y te toca competir; es una experiencia única, intensa, durísima, personal y profesionalmente, pero superinteresante. Se aprende mucho rodeada de gente con diferentes formas de pensar, de distintas disciplinas y diferentes partes del mundo. Es totalmente adictivo.

¿Es un sector aún cerrado para las mujeres?

No hay una mujer en el mundo de la ciencia o del emprendimiento que no haya sufrido discriminación, y yo, por supuesto, también. Algunas veces más intenso, incisivo o deleznable, y otras como pinchazos de mosquitos; no te van a matar pero no puedes aguantar más.

“La inteligencia artificial ha sido una gran aliada contra la Covid. Sin este nivel de desarrollo, la pandemia habría sido más letal”.

“No hay una mujer en la ciencia o el emprendimiento que no haya sufrido discriminación. Yo también”.

SUMARIO

es-es

2021-05-08T07:00:00.0000000Z

2021-05-08T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281861531366098

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