1 / Frenada automática de emergencia. Es capaz de detectar vehículos, peatones o ciclistas y, si el conductor no actúa, frena para evitar el impacto o el atropello.

2 / Mantenimiento en el carril. Además de avisarnos de que nos salimos del carril por el que circulamos, actúa sobre la dirección para centrarnos en él.

3 / Asistente inteligente de velocidad. El lector de señales de tráfico reconoce los límites de velocidad y adapta nuestra marcha a esas limitaciones.

4 / Alerta de cansancio. El propio vehículo detecta un posible comportamiento errático del conductor y avisa de la posible falta de atención con alertas visuales o sonoras.

5 / Alerta tráfico cruzado trasero. Al salir marcha atrás de un aparcamiento en batería avisa de la presencia de vehículos, peatones o ciclistas y puede llegar a frenar.

6 / Alcoholímetro. Los nuevos coches deberán ir preparados para instalar un dispositivo que mida el nivel de alcohol del conductor antes de poder iniciar la marcha.

7 / Registro de datos. Será como una caja negra en la que quedarán reflejados todos los parámetros de conducción y podrán ser analizados en caso de accidente.