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ON THE WILDE SIDE

La rebeldía y la pasión me parecen dos signos de inteligencia incontestables.

Me pasé media carrera con la portada de un disco de la Velvet Underground pegada en la carpeta. Y me parecía el colmo de la modernidad. La Velvet es el ejemplo clarísimo de una marca que supera por mucho al producto. Te gustaba la música, sí, pero como la de otros muchos grupos que habían dejado de existir mientras ibas a la guardería. Elegías esa carátula en particular para lanza un mensaje al mundo: un poco de rebeldía, un poco de oscuridad, esa coquetería del soy diferente. La Velvet Underground era el atormentado Lou Reed pero también la impresionante Nico. Y por encima de todo, envolviendo el paquete, el siempre efectivo marketing de Andy Warhol. Como otras grandes franquicias de la cultura popular, desde los Ramones a Sexo en Nueva York o las Dr. Martens, sobreviven a sí mismas. Dos documentales nos la devuelven y un compañero me recuerda que Lou Reed fue un devoto del Tai Chi. De hecho, murió practicándolo, aseguró su pareja, la artista Laurie Anderson, y suena como la última rebeldía de rockero alternativo.

La rebeldía y la pasión me parecen dos signos de inteligencia incontestables. Creo que ahora, para mi carpeta imaginaria, elegiría la frase de Jane Fonda que han leído en la portada. Puede permitírsela después de sesenta años siendo una rebelde, de haber sido capaz de dejar atrás su propia oscuridad y de reírse de su propio mito con Grace y Frankie, una serie que recomiendo muchísimo. “Soy desobediente cuando la ocasión lo reclama”. Conviene no olvidarla. Y estar atentos, suele haber más ocasiones de las que queremos ver. ●

EDITO

es-es

2021-10-23T07:00:00.0000000Z

2021-10-23T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281569473919951

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