ES como si Cádiz borrara a Hércules Fundador de su escudo. Cádiz tiene otro fundador. Un fundador literario, un acuñador de duros antiguos de elogios y ensoñaciones sobre la ciudad: don José María Pemán. Y por la venganza de la Revancha, que no Memoria Histórica, a Pemán lo están borrando, lo han borrado de la memoria de Cádiz. La última vergüenza que faltaba por perpetrar contra su persona y, sobre todo, su obra, ya la han cometido: han desmontado la artística lápida del escultor Vasallo que en la calle Isabel la Católica recordaba la casa natal del autor de ‘El divino impaciente’. Antes ya le quitaron el nombre de Pemán al teatro al aire libre del parque Genovés, que lo llaman ahora ‘Teatro de Verano’. Si Pemán viviera, su Séneca le diría desde su profunda sabiduría llena de gracia:

–Nada, don José, que lo han convertido a usted en estación del año con esto de ponerle al suyo ‘teatro de verano’. Y las gracias hemos de dar los que le queremos; peor hubiera sido que lo hubieran convertido en estación... de ferrocarril.

–¿Y lo de mi casa natal, Séneca?

–Eso es cuestión de nacer: de malnacidos, quiero decir. Usted no ha nacido en Cádiz ni en ninguna parte según estos señores que la tienen tomada con su persona y su obra. Usted no es ni un ‘nasciturus’. Usted nunca ha existido para esta parte de su querida Cádiz y por eso hasta borran las huellas de donde nació; hubieran preferido que usted hubiera nacido en Villacarriedo, como los chicucos.

Pero la obra de Pemán Fundador del Cádiz literario, como un nuevo Hércules, está ahí. Su extensa, prolífica, cultísima obra. Empezando por las Terceras de ABC. En Cádiz, según los pemanofóbicos, nunca nevó. Pemán nunca publicó en ABC aquel delicioso ‘Nieve en Cádiz’ que le valió el premio Cavia en 1935. En todo caso, a pesar de la fecha, dirían que es un artículo franquista. Como afirman ahora de toda su obra, que ponen en balanza con la de Alberti. Cuando aquella tarde en que el poeta del Puerto dio el Pregón del Carnaval en la Plaza de San Antonio disfrazado de sí mismo, de ‘Marinero en Tierra’, como el tablao estaba delante de su casa, Pemán salió a darle un abrazo y pronunciar aquellas palabras de concordia ahora imposibles de repetir:

–En poesía no hay color...

Aquel abrazo entre Alberti y Pemán era el mejor símbolo de la concordia entre las dos Españas, las dos Cádiz unidas por la belleza de la poesía. Que ahora le niegan al autor de ‘Feria de Jerez’ los que tanto se gastan en vino y almejas borrando la Historia, para intentar hacer creer que Pemán no existe ni existió nunca, que el Cádiz literario se inventó solo. Menos mal que Pemán, desde el Castillo de Xavier de la gloria, se ha tomado la venganza. Quitarán todos sus recuerdos, pero no podrán evitar que las mujeres e hijas de los que tanto le odian vistan el traje típico gaditano, que es un personaje pemaniano de ‘Cuando las Cortes de Cádiz’: Lola la Piconera. Como se entere Kichi, prohíbe que las gaditanas de vistan de piconeras.