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El entorno sanitario y los colegios, los últimos en relajar las restricciones

Los expertos creen que la distancia o la ventilación seguirán manteniéndose años

E. CALVO

En un futuro próximo, cuando la inmensa mayoría de la población esté vacunada contra el virus y la mascarilla deje de ser obligatoria en interiores, se podrá dar la situación de poder entrar al supermercado o al cine sin ella, pero tener que utilizarla para acudir a consultas médicas en centros de salud y hospitales. «El sistema sanitario y el educativo serán seguramente donde la mascarilla se quede», afirma Manuel Franco, epidemiólogo y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas), que valora cómo al llevar este material de protección se ha observado una disminución de casos de otras enfermedades que también se transmiten por vía aérea, como la gripe.

Es complicado –si no imposible– saber si tanto profesionales como pacientes llevarán mascarillas de por vida en los centros sanitarios, pero lo que sí tiene claro el doctor Franco es que aún quedan unos años para seguir manteniendo esa y otras medidas, como la distancia de seguridad o la ventilación. La flexibilización de restricciones también tiene que ser progresiva en el ámbito sanitario, considera Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), y teniendo en cuenta las circunstancias de cada lugar. Así, por ejemplo, ve factible que en el futuro se deje de usar mascarillas en centros donde tanto sanitarios como pacientes estén vacunados, mientras que en los servicios de urgencias, donde se atiende a gente con enfermedades diversas, «probablemente será el último sitio en el que se deje de recomendar su uso».

Problemas respiratorios

Otro aspecto que habrá que tener en cuenta, explica Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, es la transmisión comunitaria que se dé en cada momento. En cualquier caso, sostiene, «la enseñanza que nos deja la pandemia no debería perderse». También desde la Organización Médica Colegial (OMC) son partidarios de que se mantenga el uso de las mascarillas en hospitales y centros de salud pese a que se vayan relajando las medidas de protección en otros ámbitos. Su vicepresidenta segunda, Manuela García Romero, matiza que «igual no es necesario para todo el mundo, pero sí para aquellas personas que tienen problemas respiratorios». Pero además de los pacientes, considera que sería bueno que los profesionales siguieran usando este material de protección.

SOCIEDAD

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2021-06-20T07:00:00.0000000Z

2021-06-20T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/282342567799806

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