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Los festivales de verano empiezan a salir del pozo tras un año para olvidar

∑El Cruïlla de Barcelona prevé reunir hasta 25.000 personas por día el segundo fin de semana de julio ∑Wynton Marsalis, Omara Portuondo y Alan Parsons, estrellas internacionales de un verano aún a medio gas

DAVID MORÁN BARCELONA

Por más que en los últimos días los esfuerzos se hayan centrado en aplaudir con ganas los carteles de los festivales que han caído en 2021 pero que anuncian maratonianas y pantagruélicas ediciones en 2022, lo cierto es que también a la vuelta de la esquina, pasado mañana como quien dice, esperan pequeños brotes verdes para la reactivación de la música en directo en su formato más lúdico y multitudinario. Las salas, al menos las de Cataluña, seguirán aún cerradas a la espera de una mayor flexibilidad de las restricciones, pero por el horizonte asoman lo que serán las primeras citas estivales masivas después de un año prácticamente en blanco. Eventos que, mitad festival de los de toda la vida mitad ensayo clínico, planean reunir hasta 25.000 personas. Algunos incluso han conseguido movilizar artistas internacionales, toda una rareza en un contexto europeo aún a medio desperezar. Un buen ejemplo es el regreso del laureado trompetista Wynton Marsalis, que actuará junto a la Jazz at Lincoln Center Orchestra en el Festival de Jazz de Barcelona, Noches del Botánico y el Festival Internacional Canarias Jazz & Más; o, esta vez sí, la noche de son arrebatado con la que Omara Portuondo se despedirá de Barcelona desde el escenario del Grec, uno de los muchos festivales que, como los que siguen, empiezan a salir tímidamente del pozo.

Vida, Cruïlla y Canet

Tres festivales y un destino: la normalidad. Será la auténtica prueba de fuego ya que son, de lejos, los que planean reunir a un mayor número de público. Con un cartel casi exclusivamente nacional y reclamos como Love Of Lesbian, Vetusta Morla, Rigoberta Bandini, Hinds y Nathy Peluso, el Vida (del 1 al 3 de julio en Vilanova i la Geltrú) será el primero en implementar el test de antígenos diario a unos 10.000 asistentes para acceder al recinto. No habrá distancia ni restricción de movimientos, pero se mantiene la mascarilla obligatoria. Lo mismo ocurre con el Canet Rock (3 de julio, Canet de Mar), que planea reunir a 22.000 personas, todas ellas con test de antígenos negativo y mascarilla, alrededor de Stay Homas, Búhos, Zoo y Miki Núñez, entre otros.

Una semana después de llegará el Cruïlla (del 8 al 10 de julio, Barcelona), el más ambicioso de los tres al apostar por un aforo diario de 25.000 personas. Ahí estarán Two Door Cinema Club, Morcheed, Editors y Tom Walker, estrellas foráneas de una cita por la que también pasarán Amaral, Izal, Leiva,

La Casa Azul, Natos y Waor y Carolina Durante. También aquí se mantendrá el ritual de test de antígenos, mascarilla y libertad total de movimientos. La intención, aseguran desde la organización, es acercarse lo máximo posible a la experiencia festivalera de 2019. La mala noticia es que los cribados masivos diarios encarecen el precio de la entradas entre 7 y 15 euros, según el festival y el tipo de abono adquirido.

Festivales ‘boutique’

En marcha desde hace ya unos días, el Jardines de Pedralbes, quintaesencia de los llamados ‘festivales boutique’ tuvo que devolver más de 35.000 entradas por las reducciones de aforo impuestas, pero sigue adelante hasta el 24 de julio con nombres como Aitana, Niña Pastori, Fangoria, Jorge Drexler y La Bien Querida. Destaca, además, el doblete que Alan Parsons ofrecerá el 12 y 13 de julio. El británico es también uno de los reclamos del Starlite de Marbella, cita que se alargará hasta principios de septiembre con actuaciones de Raphael, David Bisbal, Omar Montes, Pablo López, Me

lendi, Tomatito e incluso Tom Jones. En la Costa Brava espera turno el Cap Roig Festival (Calella de Palafrugell), que abrirá Pablo López el 23 de julio y que acogerá hasta el 21 de agosto a Manel, José Luis Perales, Morat, Ara Malikian, Raphael y Sílvia Pérez Cruz, entre otros nombres. Y en Madrid, Noches del Botánico programa hasta finales de julio actuaciones de Miguel Ríos, José González, Lory Meyers, Billy Cobham y Wynton Marsalis.

Clásicos que resisten

A pesar de que la mayoría de clásicos del verano han caído por segundo año consecutivo, dos nombres resisten en el calendario: el Jazzaldia de San Sebastián y La Mar de Músicas en Cartagena. El primero, que se celebra entre del 21 al 25 de julio, recupera tirón internacional con Brad Meldhau, Cécile McLorin y Mulatu Astatke, mientras que el segundo reunirá entre el 16 y el 23 de julio a nombres de peso de la actualidad nacional como Califato 3/4, Queralt Lahoz, María José Llergo, María Rodés y Rodrigo Cuevas. A falta de Ben Harper, que acaba de suspender su gira por Europa, Rufus Wainwright será la gran estrella internacional del festival murciano. El canadiense, además, pasará también por el Festival de Peralada (24 de julio) con su espectáculo ‘Ah! Live Again. Unfollow The Rules Solo’.

Ruta sonora

Por el hecho de que la mayoría de los carteles sigan siendo eminentemente domésticos y todo ande aún a medio gas, destacan también en este mapa de festivales el Sonorama Ribera (Vetusta Morla y Amaral en Aranda del Duero, del 11 al 14 de agosto); el Mallorca Live (Jamie Cullum, Morcheeba, Zahara y Raphael hasta finales de julio); el Festival de Cambrils (Bonny Tyler, Stay Homas y Camela, entre el 29 de julio y el 14 de agosto); o Luce Benicàssm (Pablo Alborán, Viva Suecia o Rozalén, entre el 3 y el 31 de julio).

CULTURA

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2021-06-20T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/282480006753278

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