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La artista de edificios feos y mujeres florero

Los ‘collages’ de la ilustradora Lara Lars, autora del cartel de Veranos de la Villa, aúnan feminismo y surrealismo

CRIS DE QUIROGA MADRID

Lara Lars ha cumplido sus sueños de niña: ser artista y vivir en la capital. Hace quince años que crea ‘collages’, diez que los introdujo en sociedad a través de las redes sociales y dos que decidió convertirlo en su única profesión. Edificios brutalistas, ovnis y mujeres florero de los años 50 y 60 son las señas de identidad de esta ilustradora gallega (Salceda de Caselas, 1986) que acumula más de 73.000 seguidores en Instagram. Desde el pasado lunes, uno de sus diseños es el cartel del festival Veranos de la Villa que organiza cada año el Ayuntamiento de Madrid. «Muchas veces hacía ‘collages’ con imaginaciones sobre mi vida en Madrid, y ahora justo decoro este verano las calles de la ciudad. Es como un círculo que se cierra, ¿será que me tengo que ir de Madrid? Espero que no», ríe.

Una colección de sellos de su madre despertó la curiosidad de esta licenciada en Arquitectura por la superposición de imágenes. Después fueron los ‘flyers’ de las discotecas de su adolescencia, las postales antiguas y las revistas. Ahí prendió la mecha del feminismo que atraviesa sus dibujos. «Cuando revisaba todas las imágenes, los hombres salían con carácter, como el personaje principal, y las mujeres salían promocionando lavadoras y aspiradoras», recuerda, «empecé a invertir esas imágenes: que las chicas tuviesen carácter, que fuesen las protagonistas de las historias, que viajasen, que tuviesen una personalidad propia...».

Las mujeres dominan unas creaciones salpicadas de edificios brutalistas y ovnis bajo una atmósfera retro y cósmica. Porque a Lara Lars le encantan las moles de hormigón y cemento repartidas por Madrid: «El brutalismo me gusta mucho porque te llama la atención por su fealdad, pero si lo ves con más detenimiento es una arquitectura bonita, es sincera porque está todo a la vista». También las invasiones alienígenas, la pizca de surrealismo que «hacen que relativices un poco, y relativizar en la vida está bastante bien».

Vivir del arte

Su piso de Carabanchel dice a gritos que es un hogar de artistas. En las puertas pintadas de rosa palo, como los tonos pastel que inundaban sus primeras ilustraciones, en el sofá azul y el sillón verde claro sitiados por estanterías abarrotadas de libros, en los cuadros y las plantas que decoran los rincones. Lara Lars demuestra que se puede vivir del arte, aunque «no es nada fácil, está muy precarizado».

Ella tomó la decisión hace dos años y medio, cuando todavía compaginaba las horas en el estudio con su empleo de arquitecta. «No tenía vida: ir a trabajar, llegar a casa y seguir trabajando. Entonces tuve que decidir y mi instinto me decía que me tirase a la piscina con la ilustración y dejase mi trabajo», recuerda. Ahora forma parte de esa generación de jóvenes artistas, como Naranjalidad y Moderna de Pueblo, que triunfan en las redes.

MADRID

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2021-06-20T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/282681870216190

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