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«Pablo Iglesias es un bocazas»

SALVADOR SOSTRES

—Usted inventó el negocio moderno de los cantautores.

—Es que perdí tanto dinero en el cine que pensé que era mejor dedicarme a lo que sabía hacer.

—‘Mucho más que dos’ es el nacimiento de una industria.

—Fue muy bien, pero no se puede abusar.

—El gusto es nuestro.

—Otro gran éxito, y lo repetimos al cabo de 20 años, pero no puedo estar todo el día llamando a mis amigos, aunque es verdad que cuando les llamo siempre acuden.

—Una que no es su amiga. Ayuso.

—Le han comprado la mercancía. Hay un populismo de derechas.

—La libertad.

—Ella ofreció cañas y libertad. La primera propaganda que llegó a casa del PP era una foto de ella y sólo una palabra: libertad. ¿Por qué me tratan de idiota?

—Arrasó.

—La izquierda a veces no entiende al candidato que tiene enfrente. Lo mismo pasó con Esperanza Aguirre. Nos reíamos de ella y no se cansó de ganar.

—Madrid.

—Vamos fuertes, demasiado.

—Es más singular Madrid que Cataluña.

—Prepotencia, tertulianos intoxicadores de uno y otro lado. A veces me saturo tanto que me pongo Radio Pekín media hora: todo es en chino, los anuncios, la música, no entiendo nada, pero me sirve para descansar.

—Cataluña.

—Una consejera dijo que si fuerais independientes no os habríais muerto.

—¿No habrá dejado de querernos?

—Quiero quereros igual que siempre.

—Pero.

—He leído casi todos los libros sobre el ‘procés’. El que más me ha gustado es el del abogado Javier Melero.

—Un día le convocan Pujol y Mas para que explique a los cargos de su partido las consecuencias penales que pueden derivarse del proceso unilateral.

—Y cuando está a punto de entrar en el auditorio se encuentra a uno que ahora está en la cárcel y le dice «no me los asustes mucho».

—Es que son así.

—Pura estupidez, y que me perdonen los catalanes que aún se lo creen.

—Indultos.

—Son necesarios.

—No están arrepentidos.

—No te preocupes.

—Ho tornarem a fer.

—Si lo tornen a fer, tornarán a la cárcel.

—Aragonès, Sánchez.

—Aragonès le pide a Sánchez que sea valiente. Pero Aragonès también tendría que serlo y contarles a los suyos la verdad.

—Los indepes creían que España no iba a defenderse.

—«Es que no pensábamos que iban a ser tan duros», dicen. En Francia os hubieran mandado los tanques. A veces con buenas armas y a veces con armas regulares, un Estado se defiende siempre.

—Casado.

—Ahora ha dicho que los empresarios defienden los indultos porque quieren que Pedro Sánchez les favorezca con el dinero de Europa. Pues claro, chico, es el mercado. Un hombre que puede ser presidente, no tendría que decir estas cosas.

—Pablo Iglesias.

—Me parece un bocazas.

—Se fue.

—Era un desestabilizador, estaba de más.

—PC.

—Los que venimos del PC, que por cierto no es un ordenador, sino el Partido Comunista, recordamos aquella retórica, aquellas interminables reuniones estériles. En el fondo, ¿qué diferencia hay entre Pablo Iglesias y Paco Frutos, que en paz descanse? Ninguna, poca chicha.

—Yolanda.

—Me tranquiliza alguien más sólida como ella. Te guste o no, por lo menos hace política.

—Nos cansamos de vivir bien.

—Es un libro muy divertido de un periodista de Gerona que se llama Albert Soler.

—Tiene razón Albert.

—De un lado disminuye la pobreza en el mundo pero cerca de ti ves cosas trágicas que se pueden tocar y que hipersensibilizan.

—La luna.

—Y luego, efectivamente, están los que quieren la luna y la quieren ahora; y si se la baja el Estado, mucho mejor. Es un error pensar que tenemos derecho a todo.

—Gira.

—Tengo dos espectáculos. El de pequeño formato es un recorrido acústico, intimista por las historias de mis canciones. Con mi hijo David al piano. Me gusta estar tan cerca del público, contarles sus vidas a la vez que les cuento la mía.

—Son conciertos muy hermosos pero yo le he visto con problemas para acabarlos.

—Es que la gente no quiere irse nunca. Y claro, cuando llevo un par de horas cantando, bajo al patio de butacas, saludo a todo el mundo, les acompaño a la salida y entonces ya se van tranquilos.

—La banda.

—El otro formato es más habitual, con la banda de músicos y mis canciones de siempre. Hubo un tiempo en que me harté de cantar mis hits pero una noche fui a ver a Simon y Garfunkel y me enfadé mucho porque no cantaron ‘Puente sobre aguas turbulentas’. Entonces entendí que yo no podía hacerle esto a mi público.

—Espero que no caiga en la absurda moda de retirarse.

—¿Qué iba a hacer? Yo no sé hacer otra cosa que escribir canciones y salir a cantarlas.

—Paul Simon se ha retirado.

—Aquí también está a punto de anunciar una gira de despedida uno muy importante.

—¿Sabina?

—No, aunque Joaquín siempre está en el alambre. Es uno mucho más cercano a ti.

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2021-06-20T07:00:00.0000000Z

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