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Las niñas de las no mascarillas

Con estupor leía hace unos días que a las niñas de Cáceres, cuyos padres se niegan a llevarlas al Colegio con mascarilla, les iban a habilitar una clase para ellas solas.

La cordura ha imperado, y dichas niñas si no van con mascarillas al colegio habrán de quedarse en casa. Las pobres niñas no tienen la culpa de la sinrazón de unos padres egoístas que están creando dos niñas tan egoístas (como lo son ellos). Egoístas y egocéntricos, porque son incapaces de hacer un pequeño gesto por los demás, porque anteponen su sinrazón y su comodidad al resto de los conciudadanos. Qué podremos esperar en el futuro de esas dos niñas (pobrecitas que han de llevar mascarillas), cuando por este difícil camino han perdido la vida médicos, enfermeros, jubilados, trabajadores de todo tipo, cuando ha habido personas que han muerto solas, que no han podido siquiera hacer el duelo de sus seres queridos. Me viene a la mente por ejemplo la doctora de familia Sara Bravo de 28 años, que murió de Covid en plena juventud, después de haber realizado su trabajo de forma abnegada, y las comparo con esos padres, y en fin, sin palabras. No se puede tener menos empatía. Y seguramente así serán sus hijas en el futuro. Individualistas, egoístas, intransigentes, prepotentes y sin el más mínimo respeto por los demás.

Todos estos problemas de gente sin escrúpulos se resolverían si se hubiera hecho una Ley que evitara tal tipo de actuaciones. MARÍA LUISA HERNÁEZ COBEÑO

MADRID

OPINIÓN

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2021-09-18T07:00:00.0000000Z

2021-09-18T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281621013470030

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