No se anda por las ramas Mario Draghi y ha impuesto la obligatoriedad del certificado Covid para poder acudir al lugar de trabajo. Cinco días de ausencia por este motivo pueden derivar en la suspensión del sueldo o incluso del empleo. Sin duda, desde el punto de vista práctico la medida incentivará a los hasta ahora renuentes a la vacunación para que se inyecten el suero. A la fuerza ahorcan, dirán los antivacunas. Desde el punto de vista jurídico la colisión de derechos fundamentales augura una especie de big bang en los tribunales, pues en principio si la vacunación no es obligatoria no puede estar ligada a tener empleo. Por no hablar de que en una multinacional, por ejemplo, un trabajador en Italia puede perder el sueldo y en España o Francia, no. Urge, por tanto, una legislación trasnacional que fije un criterio. O una ley de pandemias eficaz, algo a lo que se ha negado Sánchez. Italia impone estas medidas porque tiene vigente el estado de emergencia hasta final de año. Holgazanear tiene estas consecuencias.