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Club Dem

El nacimiento de este trío, designado con el feo acrónimo Aukus, es un baño de realismo para nuestro continente

JOSÉ M. DE AREILZA

La alianza militar entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia en el Indo-pacífico ha indignado a Francia, que se siente injustamente postergada y pierde además un importante contrato de venta de submarinos a los australianos. El nacimiento de este trío, designado con el feo acrónimo Aukus, es un baño de realismo para nuestro continente, al igual que lo ha sido la salida abrupta de Afganistán sin suficientes consultas entre Washington y los europeos. China es la única prioridad en política exterior de la Administración Biden. Todo lo que sirva en la estrategia de contención y cooperación respecto a la superpotencia emergente es bien recibido por un presidente empeñado en no vivir una nueva guerra fría o algo peor.

El Reino Unido, que tiene una de las mejores diplomacias del mundo y el primer ejército europeo, así lo ha visto y se ha adelantado, con oportunismo y diligencia. ¿Qué ofrecemos desde la Unión Europea en la gran rivalidad que define la geopolítica del siglo XXI? La mentalidad prevalente es pacifista y seguimos tomando decisiones en política exterior y de seguridad por unanimidad de 27 gobiernos, lo que nos lleva a la parálisis o a resultados pobres. La defensa europea solo ha dado pequeños pasos desde que se lanzó en 1999. A día de hoy no hemos puesto en pie la tantas veces anunciada fuerza de reacción rápida. Nos quedamos con demasiada frecuencia en enunciados retóricos, seguidos de berrinches por no ser invitados a todo.

La Unión tiene mucho que aportar en cuestiones de seguridad y defensa, nadie lo duda. Compartimos con Estados Unidos los valores de la democracia liberal, frente al modelo autoritario de control social y de culto al líder que propugna el régimen de Xi Xinping. Nuestro tiempo necesita poner en pie una alianza global de democracias que incluya una relación transatlántica restaurada, basada en la fiabilidad. El nuevo ‘club dem’ debe aprender a trabajar con eficacia y de forma flexible, admitir geometrías variables e iniciativas superpuestas, pensar en red y no caer en el ensueño de un multilateralismo canónico y poco operativo. Bienvenidos a la era del pragmatismo.

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2021-09-18T07:00:00.0000000Z

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