El gigante mundial de los hemoderivados Grifols adquirirá por unos 1.600 millones la alemana dedicada al mismo sector Biotest, en lo que es la operación más importante llevada a cabo por la firma española desde que hace una década diese el gran salto con la compra de la estadonunidense Talecris. La compra de Biotest refuerza el perímetro de Grifols y le permite crecer en mercados en los que tiene menos presencia relativa, como Europa, Oriente Medio y África, en relación a los Estados Unidos, donde tiene el grueso de su negocio

Según comunicó ayer Grifols, se ha alcanzado un acuerdo con el conglomerado Tiancheng International Investment Ltd., con base en Hong Kong, para adquirir el 100% de las acciones de Tiancheng Pharmaceutical Holdings AG, compañía alemana que a la vez posee el 89,88% de las acciones ordinarias y el 1,08% de las acciones preferentes de Biotest por 1.100 millones (313 de los cuales en forma de préstamo). En paralelo, se lanza una OPA para adquirir el resto de capital de Biotest, cuya valoración de capital se fija en 1.600 millones de euros mientras que la valoración de mercado es de 2.000 millones.

Fuentes financieras apuntan a la relevancia de una adquisición que permite a Grifols hacerse con el control de un competidor directo en un mercado clave, y con el que espera obtener importantes sinergias en ingresos y costes relacionadas con el «desarrollo, producción y distribución de medicamentos plasmáticos». Para 2024, explica la compañía, Grifols prevé unos ingresos combinados de más de 7.000 millones de euros (un 31% más sobre los 5.340 facturados en 2020), un Ebitda de más de 2.000 millones y una ratio de apalancamiento inferior a 3.5.

Nuevos productos

El aumento de los ingresos pasa principalmente por el lanzamiento de nuevos productos, convirtiéndose en compañía líder en capacidad industrial con más de 20 millones de litros de plasma en 2021.

A falta de que los reguladores autoricen el conjunto de la operación, Biotest aporta también 26 centros de recogida de plasma situados en Alemania, República Checa y Hungría. En 2020 la compañía adquirida por Grifols regitró unos ingresos de 484 millones. Cuenta con 1.982 empleados y una cartera de productos que vende en 90 países. En paralelo, lidera ensayos clínicos con diversas e innovadores proteínas plasmáticas para tratar enfermedades congénitas y adquiridas. Tanto para Raimon como para Víctor Grífols, ambos co-CEO de Grifols, la operación es una oportunidad «de impulsar nuestro centro de innovacion europeo».