Tras años perforando porterías en España, primero con el Atlético y luego con el Real Madrid, el mexicano regresó en 1993 a la Liga para vestir la camiseta de un equipo de Madrid por tercera vez en su carrera. Llegó, entre otras cosas, para llenar el vacío tras la salida de Polster, y sus registros estuvieron a la altura: 17 goles en 35 partidos que en Vallecas todavía no han olvidado.