Hace ya tres años que cerró Gabana, punto de encuentro de gente guapa y famosos pinchadiscos en los bajos del lujoso hotel Wellington. Tras meses de obras, un ‘spa’ con gimnasio ha sustituido a la mítica sala de fiesta de la calle de Velázquez. Pero su propietario, Tito Pajares, también presidente del Círculo de Empresarios de Ocio Nocturno y Espectáculos de Madrid (CEONM), baraja desde hace tiempo nuevos planes para su ilustre marca. Sin embargo, el nuevo proyecto es un secreto que Pajares guarda con celo.

«No voy a decir nada...», es su primera respuesta, al otro lado del teléfono. Y adelanta: «Será el mejor club nocturno de Europa». Pajares se niega a dar más detalles, salvo que se trata de un «proyecto grande», que incluirá hasta un restaurante. La próxima ubicación de Gabana también es un misterio. Una iniciativa privada de envergadura que se inaugurará «en el momento adecuado», previsiblemente, cuando la pandemia y sus restricciones apenas sean un amargo recuerdo.