BOLAÑOS, que dicen que ahora ejerce de eminencia gris del sanchismo, debería evitar reforzar al jefe en sus obsesiones contra la independencia judicial; claro que debe temer, por experiencia en cabeza ajena, las consecuencias de contrariar al presidente del Gobierno. Bolaños dijo aquello de que en democracia los jueces no eligen a los jueces, sabiendo que estaba mintiendo porque la norma en democracia es que los jueces sí elijan a los jueces y en España además es lo que dicta la Constitución. El asunto ha desbordado al PSOE. No es sólo la oposición, están todas las asociaciones profesionales, los juristas de prestigio y desde ayer también con rotundidad la Comisión Europea, que pide renovación del CGPJ y reforma del sistema de elección. Sánchez tendrá que dejar atrás su empecinamiento y asumir que no va a salirse con la suya en su propósito de que terceros le hagan ciertos trabajos sucios y acarreen el consecuente coste reputacional, como en los indultados del procés.