El alcalde de Madrid rechaza cualquier uso político del pasacalles integrista que cruzó el barrio de Chueca el pasado sábado y pide comprensión para la delegada del Gobierno, que, vecinalmente distraída, autorizó el aquelarre. Nada tiene que ver con el partidismo del que habla Almeida, sin embargo, exigir una mínima capacidad de anticipación a la máxima responsable de la Policía en la capital. Que Mercedes González no se entere de nada es tan grave para la ciudad como que no quiera enterarse.