Kiosko y Más

Las mascarillas y la máscara

Por OVIDIO

Antes de que el bedel retirara la bandera de España, Sánchez ya se la había quitado de la mascarilla. Llegó sin ella al cabezazo reverencial ante la ‘senyera’ de los Mossos, frente a esa marcial formación con chistera y alpargatas que custodiaba su entrada al Palau de la Generalitat como si de un jefe de gobierno extranjero se tratara. Blanco inmaculado el de su mascarilla, pues España, sus símbolos o todo aquello que a ella recordara eran un estorbo con el que difícilmente se podía negociar sobre su unidad. Bien mirado, fue un detalle que la bandera no apareciera en la mascarilla, aunque Sánchez no lo hizo por ahorrarnos el bochorno simbólico, sino simplemente por esa falta de arrojo que acompaña cada uno de sus encuentros con los separatistas y por ese patriotismo a tiempo parcial que define al sanchismo desde sus inicios. España y su bandera solo le valen de vez en cuando. Entre las tres imágenes que ilustran estas páginas apenas transcurren diez días. En dos de ellas, primera y última de la serie, Sánchez lleva la mascarilla con la bandera. Actos en Madrid y Canarias. En la foto del centro, en Barcelona, España era un estorbo. El día del cabezazo, Sánchez no solo se quitó España de la mascarilla, en realidad se quitó definitivamente la máscara.

OPINIÓN

es-es

2021-09-21T07:00:00.0000000Z

2021-09-21T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281749862493982

Vocento