La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, atrajo las críticas de la opinión pública en el día de ayer tras tratar de vender la erupción volcánica como «un reclamo para los turistas que quieran ver este espectáculo tan maravilloso». Estas palabras, realizadas en una entrevista matinal en Canal Sur Radio, levantaron ampollas, ya que, aunque es cierto que la situación turística de las Islas Canarias necesita todavía un largo recorrido para alcanzar los niveles previos a la pandemia, no parece que en la isla de La Palma sea la mayor preocupación durante estos días, con miles de personas evacuadas ante el avance de la lava.

Así, lejos de cualquier preocupación del impacto del volcán, Maroto no dudó en vender a posibles turistas que visitaran la isla para presenciar, «con prudencia», la erupción. Además, preguntada por si se puede promover un «turismo de volcanes», la ministra dijo que ya «lo estamos viendo en otros países como Islandia, donde se están produciendo estos fenómenos», e incidió en que la isla de La Palma «tiene entre sus productos turísticos la parte volcánica, y puede ser un reclamo que podemos aprovechar».

Las declaraciones de Maroto trajeron consigo una ola de indignación entre el resto de partidos ajenos al Gobierno. La diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, pidió «un poco de sensibilidad a todos, no estamos para bromas los canarios». Por su parte, PP, Vox y Ciudadanos también exigieron explicaciones e incluso se llegó a pedir la destitución de la ministra.

Ante el revuelo generado, Maroto, en un acto en Sevilla, tuvo que rectificar horas después sus palabras. La titular de Turismo aclaró que «hoy –por ayer– estamos con los afectados y las víctimas y pensando en cómo recuperar esa normalidad que la naturaleza ha cambiado», explicó. También invitó para cuando acabe la catástrofe a «pensar en el futuro» y en «cómo podemos situar otra vez a La Palma como un enclave turístico». Hoteles realojan clientes Una visión turística del volcán, pero enfocada a la seguridad, también la dio el presidente de la patronal hotelera canaria Ashotel, y también de la nacional Cehat, Jorge Marichal. En declaraciones a la Ser, el presidente de los hoteleros explicó que la mayor preocupación es que «no haya daños personales». Deseó, después, que «los materiales sean los menos posibles y que se ayude a los afectados». Aunque la mayor parte de la actividad hotelera continúa su actividad, algunos hoteles de la isla también están teniendo problemas con la erupción. Por ejemplo, cadenas como Meliá o H10 han realojado a clientes en otros establecimientos.

Para que la actividad turística no se resienta, Marichal incidió en la importancia de comunicar bien lo que está sucediendo y en dar tranquilidad a los turistas. «Que la gente vea que tenemos una erupción y que sabemos controlarla de manera adecuada. Se sabía con antelación, teníamos los protocolos activados y están funcionando. Esto es fundamental para que los clientes tengan tranquilidad porque a veces cancelan sin saber», añadió. Además, tampoco descartó que la actividad volcánica pueda convertirse en un producto turístico. Normalidad aérea En cuanto al tráfico aéreo, los aeropuertos de todas las islas estuvieron operativos, según informaron constantemente tanto Aena como Enaire. Aunque el gestor de navegación aérea tiene en marcha desde el domingo el protocolo aéreo de cenizas volcánicas, en el día de ayer todos los vuelos pudieron operar, aunque algunos registraron retrasos. Para el día de hoy se espera otra jornada de incertidumbre, aunque se confía en que no haya cambios.