Las asociaciones mayoritarias de la magistratura logran tras reunirse con la Comisión Europea una nueva advertencia al Gobierno por la parálisis de la renovación del CGPJ

Aveinticuatro horas del debate en el Congreso de los Diputados de la proposición de ley del Partido Popular para modificar el sistema de elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial, el Gobierno de Pedro Sánchez recibió ayer una nueva advertencia de Bruselas: al menos la mitad del órgano de gobierno de los jueces tiene que ser elegido por los propios togados. Solo así España se adecuará a los estándares del Estado de derecho de los países miembros.

El aviso volvía a venir de la mano del comisario de Justicia, Didier Reynders, que ayer se reunió con los portavoces de las cuatro asociaciones judiciales españolas en sendos encuentros: uno con Jueces y Juezas para la Democracia, y el segundo con las otras tres: las mayoritarias Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y Francisco de Vitoria, y Foro Judicial Independiente. En representación de más de la mitad de la carrera (la otra mitad no está afiliada), las cuatro asociaciones expresaron a Reynders su preocupación por el bloqueo en la renovación del CGPJ (en funciones desde diciembre de 2018) y por la negativa del Ejecutivo a modificar el sistema de elección de este órgano para que doce de sus veinte vocales, los de procedencia judicial, sean elegidos por la propia carrera.

El comisario de Justicia expresó su satisfacción por el acuerdo parcial entre todas las asociaciones de jueces –que, después de muchos meses separadas, han suscrito dos comunicados conjuntos–, e insistió en la necesidad de que se resuelvan cuanto antes los asuntos pendientes que siguen manchando el expediente de España en lo que respecta al Estado de derecho y el funcionamiento constitucional, a través de una renovación en los mejores términos posibles del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Esa reforma, dijo, tiene que ir acompañada por el «compromiso firme» de renovar el sistema de elección de los vocales para que sea la propia carrera judicial la que elija a una mayoría de sus miembros. No obstante, Reynders señaló que este «no es un problema específico de España» y adelantó que pedirá a la presidencia eslovena que incluya en su programa una discusión horizontal sobre los órganos de gobierno de los jueces y los métodos de elección de sus integrantes en todos los países antes de fin de año.

Dos reuniones, un objetivo

Si bien la reunión inicial con el comisario de Justicia fue solicitada por Jueces y Juezas para la Democracia (JJpD), Reynders quiso recabar el criterio de todas las asociaciones judiciales, lo que pone de manifiesto, según advirtieron sus portavoces a ABC, la sensibilidad de la Comisión Europea sobre un tema por el que ya se ha dirigido al Gobierno en varias ocasiones. Pese a haberse reunido por separado, también ayer las cuatro asociaciones suscribieron un único comunicado resaltando su compromiso con la sociedad española e insistiendo en la necesidad de mantenerse al margen de debates «estrictamente políticos cuyo ámbito de resolución es otro». Las cuatro vuelven a resaltar que, si bien comparten la necesidad de que el sistema de elección del CGPJ «cumpla el sistema mixto de designación que marcan la Comisión Europea, el Consejo de Europa, la mayoría de los ciudadanos y la carrera judicial», lo que las diferencia es el orden en que debe efectuarse la renovación y la reforma. Así, la prioridad para JJpD ha sido la de solicitar al comisario que requiera a los partidos políticos españoles para que «procedan sin dilación a la inmediata renovación del Consejo conforme a la legalidad vigente, dada además la

El comisario reconoce que la situación de bloqueo es insostenible y llama al diálogo para cambiar el sistema de elección

Mientras los jueces no elijan a sus vocales, España seguirá apareciendo en los informes de calidad democrática, dice Reynders

pérdida de credibilidad y degradación en la que el mismo se encuentra». Ello no obsta, apostilla la asociación, a que renovado el Consejo pueda iniciarse «un trámite parlamentario posterior sosegado y constructivo» para establecer un sistema de elección «consensuado y con vocación de permanencia». Por su parte, desde la APM, Francisco de Vitoria y Foro Judicial Independiente insistieron en la necesidad de que la Unión Europea «mantenga el firme compromiso que ha demostrado hasta ahora para que nuestro CGPJ cumpla con el estándar europeo», en el sentido de que al menos la mitad de sus miembros sean jueces elegidos democráticamente por los jueces.

Reynders se mantuvo firme en que se tiene que producir la renovación y también la reforma, pero no quiso entrar en el orden en el que ambas cuestiones que afrontarse y sí en que se haga de forma sosegada y dialogando con todos. El comisario dijo que no es su papel «determinar si es primero el huevo o la gallina», aunque en todo momento hizo hincapié en la importancia de la renovación en este momento por el tiempo que el órgano lleva en funciones.

Reynders ya ha hablado de esta situación con el Ministerio de Justicia y «con los partidos de la oposición», a los que ha informado de que «mien

tras esto no se resuelva, el problema aparecerá en todos los informes sobre España» respecto a las garantías del Estado de derecho. Ayer no vinculó en ningún momento estos informes con los fondos europeos porque «estos son caminos diferentes» y además hay otros países que suscitan inquietudes mucho más importantes.

Tampoco abordó plazos cerrados ni para los nombramientos pendientes ni para la reforma legal del procedimiento, pero sí aludió a la necesidad de lograr mayorías cualificadas porque «hay que respetar los valores» de la Constitución y los principios del Estado de derecho. Sí dejó muy claro que el camino no puede ser el de rebajar la mayoría exigida para la designación de los miembros del CGPJ, algo que PSOE y Unidas Podemos llegaron a materializar en una proposición de ley que llevaron al Congreso y que tuvieron que retirar por las presiones de Bruselas.

Los portavoces de las asociaciones salieron muy reconfortados del encuentro, de cerca de una hora cada uno, con el comisario y dos de sus colaboradores. Coincidieron en señalar que Reynders no concibe una renovación sin reforma y que el compromiso sobre esta última tiene que ser «serio e irrevocable».