Al contrario que el año pasado, Ciudadanos (Cs) llega a septiembre con la seguridad de que no respaldará los Presupuestos Generales del Estado (PGE). No porque el partido de Inés Arrimadas se niegue a negociar con el Gobierno, sino porque en su cúpula dan por hecho que el Ejecutivo ya tiene encarrilado el apoyo de los independentistas. Una presencia «incompatible» con el interés general de los españoles –y de Cs–, advierten. Así respondió ayer el vicesecretario general y secretario de Comunicación de Cs, Daniel Pérez Calvo, al llamamiento público que hizo el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, la semana pasada en el Congreso. En ese «folio en blanco» que puso sobre la mesa Bolaños, quien hoy inicia una ronda de contactos parlamentaria con la portavoz popular en la Cámara Baja, Cuca Gamarra, Cs aprecia una trampa. Fuentes del partido contemplan un hecho diferencial respecto al año pasado: esta vez no han negociado con el Gobierno antes de la presentación de los Presupuestos.

Pérez Calvo afirmó que acudirán a la reunión con Bolaños con propuestas concretas para evidenciar que una España alternativa era posible, pero garantizó que el Ejecutivo no recogerá el guante porque hacerlo supondría como mínimo romper sus acuerdos con ERC y con EH Bildu. Algo que, como dijo Arrimadas en una entrevista en ABC a primeros de mes, Pedro Sánchez no hará tras haber indultado a los condenados del ‘procés’.

«La mesa del chantaje –aseveró Pérez Calvo en alusión a la denominada mesa de diálogo– es la prueba de que hay negociaciones avanzadas con ERC y Bildu». El vicesecretario general de Cs detalló que propondrán medidas a incluir en los PGE sobre salud mental, paro juvenil o la factura de la luz, pero dijo que serán «iguales» para las diecisiete comunidades autónomas, sin privilegios. Por ello, creen que no tienen cabida los separatistas ni los herederos de la ilegalizada Batasuna.

«Debe de estar avanzado»

«Somos gente educada», continuó Pérez Calvo, pero avisó: «Que hagamos política útil no significa blanquear lo que todo el mundo está viendo. El presidente da por aprobado el presupuesto; debe de estar ya muy avanzado».