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Un magnate en apuros

El fundador y presidente de la constructora Evergrande es un hijo del desarrollismo chino de las cuatro últimas décadas. Xu Jiayin, cuyo nombre en cantonés es Hui Ka Yan, nació en un pueblo de la pobre provincia de Henan en 1958, cuando empezaba la hambruna que trajo el desastroso “Gran Salto Adelante” de Mao. Hijo de un soldado que luchó contra los japoneses, de adolescente vivió la “Revolución Cultural” (1966-76) y no pudo terminar sus estudios universitarios hasta 1978, tras la muerte del “Gran Timonel”. Licenciado por el Instituto del Hierro y el Acero de Wuhan, que hoy es la Universidad de Ciencia y Tecnología, empezó a trabajar en 1982 en una empresa siderúrgica estatal de la que llegó a ser director. Pero en 1992 dimitió y se mudó a Shenzhen, que daba sus primeros pasos como una de las zonas económicas especiales pioneras en la apertura de China al capitalismo. Lo que entonces era un pueblo pesquero fronterizo con Hong Kong se ha convertido hoy en una de las principales megalópolis económicas y tecnológicas del país al enclavarse en el corazón de la “fábrica global”. Contratado por una empresa dedicada al comercio llamada Zhongda, Xu ascendió pronto y en un año era presidente de su propia sucursal. En 1994 se trasladó a Cantón, la capital provincial, y dos años después fundó el grupo Evergrande, que pronto despuntó como la principal constructora de China al calor de su extraordinario crecimiento. Aunque es uno de los magnates más ricos de China, su fortuna ha menguado en los últimos tiempos por la deuda inasumible que arrastra su compañía, que la ha puesto al borde de la quiebra.

ECONOMÍA

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2021-09-21T07:00:00.0000000Z

2021-09-21T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/282132114583326

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