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«Los bancos centrales no pueden resolver todas las crisis»

Declaraciones a ABC en la víspera de recibir el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA

JOHN MÜLLER

«Por supuesto, los bancos centrales no pueden resolver todas las crisis; están diseñados para responder a la inestabilidad a corto plazo de la inflación y el empleo y para responder a las crisis financieras», asegura Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal de EE.UU. en declaraciones a ABC. Sin embargo, el arsenal de herramientas de la política monetaria se ha multiplicado desde la crisis financiera de 2008 y gran parte del mérito de esto es del propio Bernanke.

Personaje decisivo en la economía del siglo XXI, Bernanke recibirá hoy el premio Fronteras del Conocimiento que concede la Fundación BBVA junto con otros tres economistas: uno es Mark Gertler, su gran colaborador y mano derecha en la Fed; John Moore, profesor de la Universidad de Edimburgo y Nobuhiro Kiyotaki, de la Universidad de Princeton. Los cuatro han sido galardonados por «sus contribuciones fundamentales al entendimiento de cómo las imperfecciones de los mercados financieros pueden amplificar las fluctuaciones macroeconómicas y generar profundas recesiones».

Bernanke es el único que, además de académico, ha metido las manos en la contingencia, sirviendo dos periodos al frente de la Fed (2006- 2014) con dos presidentes distintos, George W. Bush y Barack Obama. De los cuatro es el único que asistirá virtualmente. Bernanke no suele dar entrevistas a la prensa no anglosajona, pero aceptó contestar a tres cuestiones de este diario circunscritas a sus investigaciones. Reformas de fondo

En sus respuestas, Bernanke expresa su deseo de que las políticas de flexibilización cuantitativa que él puso en marcha en EE.UU. «formen parte permanente del conjunto de herramientas de política monetaria» a disposición de los bancos centrales. Reconoce que «a corto plazo, la política monetaria puede responder a recesiones moderadas, pero necesita la ayuda de la política fiscal para abordar recesiones profundas, como la Gran Recesión o la recesión pandémica».

En cuanto al largo plazo, su posición es contundente: «Las buenas políticas monetarias y fiscales son solo una parte de la receta para una economía saludable; también se necesita una población educada en crecimiento; progreso tecnológico; emprendimiento; y apertura al mundo».

Respecto a las lecciones de la crisis financiera de 2008, Bernanke afirma que «la crisis financiera mundial se debió en parte a deficiencias tanto en el análisis económico como en la regulación financiera. Ha habido mejoras en ambos frentes desde la crisis. Gran parte de las nuevas investigaciones analizan las fuentes de las crisis, a menudo utilizando extensos conjuntos de datos históricos. Las mejoras en la regulación financiera incluyen un enfoque más macroprudencial (que mira el sistema financiero como un todo en lugar de cada mercado o empresa por separado), más capital bancario y nuevas herramientas para cerrar empresas financieras en quiebra con menos daño al sistema en su conjunto».

«Sin embargo –añade–, como muestra la crisis de marzo de 2020, se necesita más trabajo regulatorio, especialmente en el llamado sistema de ‘shadow banking’ (instituciones financieras no bancarias que otorgan crédito)».

Sobre si las políticas monetarias no convencionales constituyen una «nueva normalidad» de la que ya no saldremos, el expresidente de la Fed sostiene que estas deben ser herramientas siempre diponibles: «La política monetaria convencional implicó recortar las tasas de interés de corto plazo. Cuando las tasas de interés a corto plazo llegaron a cero (o ligeramente negativas, en Europa), se necesitaron otras herramientas para estimular la economía, como la flexibilización cuantitativa».

ECONOMÍA

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2021-09-21T07:00:00.0000000Z

2021-09-21T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/282166474321694

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