Kiosko y Más

EL BARÇA EVITA EN EL ÚLTIMO MINUTO (1-1) CAER EN CASA CON EL GRANADA

El central empata sobre la bocina y alivia a Koeman, que acabó con Piqué de delantero

SERGI FONT

En pleno debate sobre el estilo, el ADN y los orígenes del Barcelona, decidió Ronald Koeman ceder a las presiones que le llegan desde el palco y la grada para apostar por la juventud. Sergio Busquets era el único mayor de 30 años de una alineación que rebosaba tanta ilusión como inexperiencia. Mejor morir de pie, debió de pensar el neerlandés, fiel a unos principios, que morir buscando el resultado, tan poco premiado por la afición. Balde por Alba, Araujo por Piqué, Yusuf Demir por Luuk de Jong, Sergi Roberto en su posición en el centro del campo... Una puesta en escena atractiva en el Camp

Nou que se desmoronó al primer minuto. Un remate de Duarte tras un córner confirmaba la transitoriedad en la que vive instalado el equipo catalán. Pecó la zaga catalana de cierta candidez y Busquets de miedo a cometer penalti sobre Escudero.

Escasez en la producción de ocasiones de un Barcelona que se estrellaba insistentemente contra Duarte, omnipresente en las dos áreas, y obsesión del Granada en perder tiempo. Araujo de cabeza y un larguero de Sergi Roberto ponían el contrapunto a dos claras ocasiones de Molina y Monchu. Y como las desgracias nunca vienen solas, se lesionaba Balde. Pitos en el cambio al no entender que era por una lesión e interpretar que Koeman señalaba al canterano.

Se desperezaron los azulgranas en la prolongación de la primera parte, buscando con ahínco el empate. Pero Maximiano también jugaba. Parece haber acertado el club nazarí con el sustituto de Rui Silva. Ejercicio de resistencia en la segunda parte del Granada ante un Barcelona que se desesperaba y que echaba en falta a una estrella resolutiva. Aplaudía el ‘soci’ la entrada de Gavi, lo que demuestra su querencia por un estilo que necesita evolucionar para ir acompañado de buenos resultados. La única ilusión de la grada culé en estos momentos es ver cómo crecen los jóvenes valores, el futuro, aunque nunca hubiera pisado el Mini Estadi. «Es lo que hay», que diría Piqué. Pues eso.

En un último guiño al cruyffismo, Koeman acabó el partido con Piqué de delantero centro y balones centrados al área. Tenía tres balas el técnico neerlandés en la recámara para convencer a Laporta y coger aire. Anoche, aunque cargó bien el arma y logró un empate desesperado en el último minuto, acabó disparando al aire y es consciente de que su etapa, ya viciada, en el Barcelona, empieza a tocar su fin.

ABC 2

es-es

2021-09-21T07:00:00.0000000Z

2021-09-21T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/282359747850014

Vocento