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Ancelotti, el cambio del Madrid

El club está encantado con la evolución del italiano, cuyo paso por el Everton le mostró la modernización del fútbol

RUBÉN CAÑIZARES MADRID

El fútbol es un deporte que lleva experimentando un cambio importante en los últimos años. En las dos décadas que se han consumido de centuria no se ha jugado siempre igual. Ni mucho menos. Durante bastantes años, el fútbol de posesión fue el claro triunfador, con el Barça de Guardiola como bandera de este estilo, y la selección española logrando los mayores éxitos de su historia. A este modelo le contrarrestó Mourinho, kryptonita del toque con su sistema eléctrico y vertical. Hoy, en la tercera década del siglo, ninguno de estas dos maneras de entender el fútbol son las predominantes. Se ha materializado un híbrido entre ambos sistemas de juego que tuvo un brillante exponente en la Francia campeona del mundo de 2018. Desde entonces, el físico y el vigor se han convertido en las parcelas dominantes, y cada temporada va a más.

«Ancelotti supo leer en el Everton el cambio definitivo del fútbol», explican desde el Real Madrid, encantados con el regreso del italiano. El técnico ha pasado unos años complicados. Tras lograr la décima con el Madrid (2014), su exitosa carrera en los banquillos fue cayendo progresivamente. De la capital de España salió tras un año en blanco (2015) y se tomó otro sabático. En el Bayern, apenas duró año y medio (2016-2018), y no logró el cariño total de afición, jugadores y dueños, ni los títulos esperados. Seguramente la sombra de Guardiola, aún tan presente entonces en Múnich, fue otro fantasma complicado de evaporar. Y aquello acabó en despido. El Nápoles (20182020) y el Everton (2020-21) ya fueron banquillos alejados de la élite y del primer plano. Temporadas duras para Ancelotti, pero a la vez muy constructivas. Sobre todo el curso pasado en Goodison Park. Allí, en un equipo de clase media en la liga más exigente del mundo, confirmó lo que llevaba tiempo viendo y sospechando: el fútbol se había modernizado y él debía hacer lo mismo. Y así ha sido.

«Ya no solo hay hueco para los jugones. Esos tiempos se acabaron. El fútbol ha pasado a los pies de los más fuertes. Fortaleza y juventud van de la mano, y es ahí donde está la llave de la competitividad», reflexiona Ancelotti a sus allegados. Sabe que un equipo como el Real Madrid, donde hay una exigencia diaria, no puede permitirse ni una sola concesión en este sentido y así se lo ha hecho saber al vestuario. En estos dos meses y medio juntos han tenido varias charlas incidiendo en este aspecto. El jugador que no se suba al tren de este fútbol físico, vertiginoso e igualado que hoy predomina, no tendrá minutos en el Madrid. Y la mayor parte de la plantilla

Fortaleza, juventud, kilómetros e ilusión, su receta para fomentar la competitividad en esta segunda etapa en el Madrid

lo ha entendido a la perfección: «O matas o te matan. Ya no se hacen prisioneros», asume un vestuario que sabe lo que hay: «No es tan importante la cantidad de los minutos. Los que entran del banquillo pueden determinar el partido», insiste el preparador.

Ancelotti no solo se ha quitado grilletes de otras épocas y ha apostado pos subirse a la ola del nuevo fútbol. También se ha rodeado de ayudantes jóvenes y brillantemente preparados. A diferencia de su primera etapa en el Madrid, esta vez se negó a tener un segundo a su lado de amplia y generosa carrera en el club. Ni Raúl ni Arbeloa. Eligió a su hijo Davide, que con solo 32 años es su mano derecha: «Mi trabajo es hacerle dudar y pensar. Que se haga preguntas. No estoy a su lado para decirle ‘sí, sí, sí’. Tengo su confianza para decirle ‘no, no estoy de acuerdo contigo’, aunque luego sea él el que tome la decisión final», desvela Davide, que logró una de la puntuaciones más elevadas del curso de entrenador: 137 sobre 140 en la licencia UEFA B, y 13 de 15 en la Licencia UEFA A.

Antonio Pintus, que hizo campeón al Inter con más kilómetros que el coche de Hamilton, es otro de los secretos de este Madrid que aplasta a sus rivales en la segundas partes: 14 de sus 16 goles los ha marcado en este tramo. No es casualidad. Tanto Pintus como Davide, así como Francesco Mauri (el segundo ayudante) acuden a Valdebebas cada día como si fuera el primero de sus carreras: «Y la ilusión es muy contagiosa», sentencian en el club.

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2021-09-21T07:00:00.0000000Z

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