Se esconden bajo la denominación de asociación de vecinos de Canillejas, pero realmente cuentan entre sus filas con miembros del grupo neonazi Bastión Frontal, el más activo de Madrid en el último año. Muchos de sus más veteranos fueron miembros de las llamadas Juventudes Canillejas, banda del mismo corte con gran implantación en el barrio y que se dejaron ver el sábado en la manifestación homófoba por Chueca. También estaban dirigentes del partido ultra España 2000, con su líder al frente.

La Sección de Ciberodio de la Fiscalía Provincial de Madrid ha incoado, de oficio, diligencias de investigación sobre los manifestantes. De este modo, el Ministerio Público ha tomado la iniciativa en el caso, sin esperar a la anunciada querella del Ministerio de Igualdad, cuya titular, Irene Montero, dijo esa misma noche que emprendería acciones legales. Hoy, varios colectivos presentan una querella en plaza de Castilla.

El atestado de la Brigada de Información ya está redactado y llegó ayer a la Delegación del Gobierno. En él se adjunta la comunicación previa de la llamada asociación de vecinos de Canillejas al organismo periférico estatal. El lema era «Di no a las agendas 2030 y 2050», algo que no era motivo para prohibir la marcha. El grupo, además, ya había organizado otras convocatorias en su barrio y con apenas 50 asistentes. En aquellas ocasiones se trató de protestas contra los menores extranjeros no acompañados (menas), a los que acusaban falsamente de violar a una niña de 13 años.

Pero este sábado las que se gritaron fueron proclamas del tipo «¡Fuera sidosos de Madrid» y «¡Fuera maricas de nuestros barrios». La delegada del Gobierno, Mercedes González, tras condenar los hechos ayer, afirmó: «Usaremos todas las armas jurídicas y administrativas que tengamos por ese engaño y me solidarizo con el colectivo LGTBI por haber tenido que vivir eso en sus calles. El derecho de manifestación prima y no podemos prohibirlas porque no me guste el objeto de la manifestación. Aun así, su objeto no era nada relativo al colectivo LGTBI».

Más allá de las consignas investigadas, en la manifestación hubo lanzamientos de objetos a la Policía al inicio y un detenido, de ultraizquierda, que atacó a uno de los neonazis, al que hirió en una ceja, un pómulo y un ojo.

Fiscalía y Delegación del Gobierno investigan a los manifestantes, que ocultaron sus verdaderos fines en la convocatoria