Con la resaca emocional de haber celebrado la víspera su tercer aniversario de boda junto a su marido José Manuel Villalba, la actriz María Castro fue la encargada de entregar el cheque de 20.000 euros para la Fundación Aladina gracias a la campaña realizada por el fármaco Arnidol que ha querido aportar su ayuda para los niños con cáncer.

El compromiso de la actriz con la labor de Paco Arango viene de hace mucho tiempo y de ahí que «siempre me tiene cuando necesita mi colaboración». Por eso considera «una alegría enorme haber conseguido esta cantidad de dinero y más en estos tiempos», cuenta. «No hay nada peor que tener un hijo enfermo y no saber cómo conseguir las cosas que necesita como puede ser una silla de ruedas o una peluca», dice.

La pandemia también ha sido una asignatura con la que no contaba. «Mi carácter optimista hizo que a pesar de lo que hemos vivido encontrara el lado positivo. Por eso dentro de lo malo he estado un año encerrada en casa con mi marido, abuelos e hija pudiendo disfrutar de mi familia y con todo mi tiempo para ellos además de haber pasado un embarazo tranquilo ya que el anterior di a luz casi grabando la serie ‘Seis hermanas’. Al estilo de la película ‘La vida es bella’ he intentado endulzar la realidad a mi hija», cuenta.

Castro es fuerte y segura y de ahí que se haya convertido en un referente para muchas embarazadas que, como ella, vivieron esos meses durante los peores momentos de la pandemia. «Por las redes sociales me han preguntado y he estado animando a muchas mujeres para que disfrutaran de su embarazo sin angustias. Es verdad que tiempo después nos contagiamos todos en casa. Los que más me preocupaban era mi padre y mi bebé de dos meses. Vivimos la cuarentena juntos y nadie lo pasó mal salvo mi madre que no tuvo Covid y no pudo estar a nuestro lado. De esos días lo que me quitaba el sueño era no saber cómo íbamos a despertar al día siguiente», recuerda.

Lanzada en todo lo que hace considera que no hay dos sin tres y por eso no descarta más hijos. «Nuestra segunda hija nos ha hecho compactarnos mejor ya que Olivia ha supuesto la cuadratura del círculo. El hecho de que nos necesitemos nos ha unido más. Por eso creo que un tercero podría llegar», anuncia con esa vitalidad que es su santo y seña y ha heredado de su madre. Tras rodar dos películas este verano, ‘El juego de las llaves’ y ‘Mamá está en tilink’ sigue de gira con la obra ‘La coartada’ con la que llegará a Madrid la próxima primavera. «Creo que me caí en la marmita de pequeña y por eso no paro de hacer cosas», reconoce divertida.