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Cien años

Importa lo que hacemos pero importa todavía más por qué lo hacemos

SALVADOR SOSTRES

ISIDRO Fainé ha vuelto a conseguir lo que quería. Al final la vida es siempre de los que ganan y los que suelen ganar es porque sus motivaciones son las acertadas. No existe el éxito de largo recorrido si no se sustenta en un propósito que lo trascienda. Las victorias que ha conseguido, a lo largo de su vida, el hoy presidente de la primera fundación europea y la tercera del mundo, no se han producido siempre desde el mismo cargo ni han sido del mismo tamaño, pero se han asemejado en propósito y magnitud. Para el niño que tuvo que estudiar de noche por trabajar de día y ayudar económicamente a su familia, su primer salario como empleado bancario significó la victoria de poder enseñar a leer y a escribir a sus padres. La preponderancia de Caixabank, la fusión con Bankia –tal como está el negocio bancario, la única solución es ganar dinero por volumen– o su última y férrea resistencia para mantener la españolidad de una compañía como Naturgy, estratégica para la economía, responden al obstinado empeño del presidente Fainé de asegurar los recursos de su Fundación para por lo menos cien años.

Importa lo que hacemos pero importa todavía más por qué lo hacemos: también en el mundo financiero, tan descarnado. Si Fainé logra ganar casi siempre no es sólo porque casi siempre sea más inteligente y más duro negociando que los demás, sino también porque aspira a fines más altos, más generosos, más basados en lo que nos define que en lo que nos destruye como personas. Es de esta bondad, de esta ternura, tan parodiable, y que tanto se acostumbra a despreciar, de donde los héroes sacan la última fuerza que precisan para vencer en sus desafíos. Tiene algo de particularmente emocionante ver a un hombre de 79 años con ya todo hecho –y sus cuidados y los de su familia resueltos– enfrentar las guerras más cruciales y despiadadas con el único fin de asegurarse que muchos años después que haya muerto los niños más pobres, como él lo fue, continúen teniendo la oportunidad de hacer de sus vidas algo que merezca la pena.

Ganamos porque somos muy buenos, pero también, y yo diría que sobre todo, porque cuando Dios nos dio el talento entendimos exactamente lo que esperaba de nosotros.

OPINIÓN

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2021-10-16T07:00:00.0000000Z

2021-10-16T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281732682674392

Vocento