Las críticas de los usuarios al nuevo sistema de tarifas de Renfe han tenido su efecto. Al menos, en parte. El operador ferroviario anunció ayer que ampliará la venta anticipada de 58 servicios de AVE-Media Distancia a un año. Una política con la que la empresa pública persigue que los viajeros «puedan obtener precios más baratos y programar sus viajes con mayor antelación». Hasta ahora, el tiempo máximo de antelación eran dos meses.

La intención de la compañía es extender esta venta anticipada a un total de 108 AVE a finales de este mes. Y la cifra se irá incrementando en el futuro, ya que Renfe pretende reforzar este servicio para que sus clientes perciban la rebaja de precios que prometía la empresa cuando modificó su sistema de tarifas la pasada primavera.

Tras el rediseño, que se implantó definitivamente el 1 de julio, Renfe pasó a ofrecer en billetes «a la carta», como hacen aerolíneas de bajo coste como Ryanair. En lugar de ofrecer tarifas ‘Turista’ y ‘Preferente’, la empresa empezó a vender tres paquetes: ‘Básico’, ‘Elige’ y ‘Premium’, a partir de las cuales se configura el viaje definitivo en función de lo que el cliente demande, como asientos más amplios o espacio adicional para el equipaje. La empresa garantizaba que el nuevo sistema ofrecería descuentos superiores al 16% en trayectos como el Madrid-Barcelona, pero en la práctica el cambio también provocó el encarecimiento de un buen número de rutas.