Los antivacunas se coordinaron ayer para salir a las calles a través de la red social Telegram, a través de diversos grupos nombrados como ‘No Green Pass-Ganemos juntos’, ‘No Green Pass– Basta ya’. Algunas protestas se produjeron en el ámbito escolar, como el que tuvo lugar en la Piazza Tribunale di Bolzano (Tirol del Sur). En este punto se manifestó el movimiento ‘No Green Pass’ (que es como se ha popularizado en este país el certificado digital) y contó con la participación de padres de escolares, aliados para dejar a sus hijos sin clase. Se congregaron unas 200 personas por iniciativa de la corriente ‘Padres Activos’ cuyo lema es «Nadie tiene derecho a obedecer», la famosa frase de la politóloga y filósofa Hannah Arendt, que está escrita en uno de los edificios de la plaza.

Pero la mayor preocupación para las Fuerzas del Orden se concentró en el puerto de Trieste, al noreste del país. Desde hace días, los más intransigentes contra el certificado habían amenazado con bloquear este puerto. Hubo un intento a la entrada del trabajo, pero el puerto funcionó con normalidad, aunque con algunas dificultades, según manifestó el presidente de la región, Massimiliano Fedriga. En el de Génova se bloqueó alguna operación, pero en la mayoría de los puertos la situación fue tranquila.

Entre los incidentes más llamativos destacó la primera sentada de la Fuerza Aérea frente a la base militar de Sigonella (Sicilia), en la que participaron algunas decenas de manifestantes. Fue promovida por Air Force Union (sindicato de la aeronáutica militar).