El número 30 de la avenida de Machupichu (distrito de Hortaleza) es, desde hace más de dos décadas, un solar desértico en el que crecen las malas hierbas. Vallado, los vecinos de los edificios colindantes aprovechan la parcela para salir a caminar o sacar a pasear a los perros. Pero el uso está cerca de dar un giro de 180 grados si el proyecto Malinche, creado por Nacho Cano, se materializa. El enclave se convertirá entonces en una suerte de teatro compuesto por una carpa temporal, un ‘macroparking’ y una zona de restauración. Los residentes cuestionan que el terreno sea el adecuado para la iniciativa cultural y critican la opacidad con la que se ha gestionado la operación. «La parcela no cuenta con las infraestructuras necesarias para ese fin. Creemos que de manera directa el proyecto afectará a 20.000 vecinos», resume Andrés, portavoz de la Asociación de Vecinos de San Lorenzo.

Con el objetivo de mostrar su rechazo a que se instale en el enclave, los moradores han convocado mañana, a las 12 horas, una concentración bajo el lema «Proyecto Malinche No». Este incluye que en los 19.500 metros cuadrados de parcela se levanten, además del teatro con aforo para 1.300 personas, un aparcamiento con 400 plazas y una zona de jardines y restauración. «En primer lugar, cuestionamos la medida por la afectación a la movilidad. Cada día, van a entrar y salir centenares de coches y la parcela está rodeada por algunas calles de un solo carril de circulación. Es una zona ya atascada y preocupa lo que puede ser en un futuro con el ‘macroparking’», explica el portavoz, que recuerda que en julio la presión vecinal ayudó a que el aparcamiento disuasorio proyectado en Mar de Cristal no se pusiese en marcha.

«En segundo lugar, preocupa el factor medioambiental. Sea una carpa o un teatro azteca [así estaba contemplado en un primer momento, con una pirámide de 30 metros de alto], tenemos dudas sobre la acústica y la contaminación que se pueda desprender. La gente que acuda a los restaurantes también hará ruido. A eso hay que sumar la tala de los árboles que hay ahora en la parcela, más de 40», continúan los residentes, que cuentan que ahora el sitio es un barrio residencial que teme que la tranquilidad se vea interrumpida.

La licencia del proyecto se encuentra en la primera fase o primera ocupación, lo que atañe solamente a la limpieza y adecuación. El resto del expediente continúa en tramitación, aunque el excomponente de Mecano cuenta ya con el permiso para utilizar los terrenos durante cuatro años. Por cada uno de ellos, deberá pagar un canon de 454.000 euros, más un aval inicial.

Los vecinos echan la vista atrás y rememoran lo ocurrido en el año 2002. Con Álvarez del Manzano con el bastón de mando del Consistorio, el mismo solar se cedió al empresario José Luis Moreno durante 75 años. Moreno proyectó entonces el Coliseo de las Tres Culturas, que tendría una inversión de más de 160 millones de euros. Nunca se materializó. Con el paso del tiempo y el desuso, los habitantes de Hortaleza demandan que en él se edifique una biblioteca municipal, un instituto de Formación Profesional destinado a tecnologías o un centro de investigación contra el alzhéimer. Ninguna de las propuestas ha sido aceptada, arguyendo el uso cultural que tiene la parcela.

Otras necesidades

«El barrio tiene otras necesidades culturales que no se cumplen. Hacen negocio con este musical, pero tememos que no sea beneficioso para los intereses vecinales», continúan desde la plataforma. Según sus cálculos, más de 20.000 vecinos viven al menos a un kilómetro de distancia de la parcela, por lo que serán los afectados directos. «Si tenemos en cuenta que la convención de Vox de la semana pasada celebrada en Ifema se escuchó desde la parcela, la cifra de afectados aumenta considerablemente», argumenta el portavoz. «Esto no es un terreno en medio de la nada, es un terreno en medio de la M-40 rodeado por urbanizaciones», explica.

Ellos no demandan que el proyecto no llegue a buen puerto, sino que lo haga en el lugar adecuado. «Si el impacto que va a tener en la zona es negativo, pedimos que se busquen alternativas y se sitúe en sitios ya preparados, como Ifema o el Teatro de Madrid, en el barrio del Pilar», proponen. Preocupados por la «falta de transparencia», el lunes pedirán una reunión con representantes municipales para conocer qué medidas se están llevando a cabo sobre la acústica y la movilidad: «Queremos que nos escuchen y sean conscientes de la preocupación que existe. No buscamos el enfrentamiento, solo creemos que este no el lugar propicio y conocer cómo sigue el proyecto y qué pasos se están dando».

Los moradores temen que afecte a la movilidad y contaminación y piden que el proyecto se traslade a un «terreno adecuado»