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Un Evangelio que es pura misericordia en pleno Vallecas

La parroquia se quiere convertir en geografía, espacio de encuentro para celebrar la vida

JOSÉ FRANCISCO SERRANO OCEJA MADRID PRÓXIMA SEMANA Santa Mónica

Palomeras Sureste, un Vallecas pegado a la M-40, las Colonias Sandi, Pryconsa y Hogares y los bloques de viviendas de realojo de los primeros ochenta. Allí, en los bajos de uno de los edificios emblemáticos, en una mole de viviendas que hace esquina, está la parroquia María Mediadora, calle de Rafael Alberti, 25. Una parroquia de fuerte compromiso social, que vivió los años duros de la droga, que reivindicó la dignidad del trabajo, de la vida digna. Ahí nacieron las Madres contra la Droga y también se gestaron no pocas de las actividades de la asociación de vecinos. Muestra de ello es un magnífico mural que ilustra la sala más grande de catequesis de la parroquia. No se piensen, una sala de algunos metros más que una mesa para quince personas.

La parroquia, que nunca ha dejado de ser una referencia en el barrio, hoy es un potente imán de acogida, de cercanía y de escucha. Con una población originaria que se ha hecho mayor, ahora la fotografía la componen los colores de las personas procedentes de la inmigración, que viven en viviendas alquiladas, en pisos que son más y menos que pateras. La parroquia María Mediadora, que se desgajó como territorio de la parroquia de San Pablo, allá por 1965, es encarnación de un Evangelio que es misericordia.

Miguel Francisco Riesco Crespo es el párroco de esta comunidad. Le ayuda el sacerdote jubilado Pedro Requena. El padre Miguel tiene las ideas claras e insiste en que esta parroquia es una parroquia de puertas abiertas. Y no se trata de repetir el tópico hoy tan en boga. La idea es la acogida, la integración de las personas que se acercan con sus problemas. Y mucho tiempo para la escucha. La imagen es muy clara. En no pocas ocasiones hemos visto cómo personas que han venido de otros lugares celebran sus fiestas en los parques, en los jardines municipales. La parroquia se quiere convertir en eso, geografía, espacio de encuentro para celebrar la vida. Me insiste el padre Miguel Francisco en que las personas tienen problemas, pero no son un problema, nunca. Habla también de la sencillez de la pastoral, con su Escuela de Adultos, las clases de apoyo escolar, con los sacramentos, que son, en no pocas ocasiones, el primer contacto de los fieles con la parroquia.

Ayuda social

Una de las actividades principales de esta comunidad de María Mediadora es la Cáritas. El miércoles es el día de acogida, pero, en la práctica, cualquier día de la semana se convierte en el día de la acogida. Uno de los proyectos más interesantes que llevan adelante, en unión con cuatro parroquias del arciprestazgo, es el centro de dispensación de alimentos. Debemos acabar con la expresión «las colas del hambre», me insiste el padre Miguel. Denigra a esas personas que tienen que esperar horas con su carrito en pos de comida. Las parroquias de la zona, en un local de San Cosme y San Damián, han organizado un modelo de dispensación de alimentos que poco tiene que ver con la tradicional cesta. Quienes se acercan al centro de dispensación lo hacen con una especie de vale o tique en el que se indican los puntos con los que pueden elegir alimentos y productos de higiene, tanto para adultos como para niños. Los puntos dependen de las necesidades de la unidad familiar. Así se evita también la acumulación de determinados alimentos recogidos todos los meses. No son pocas las familias a las que se atiende, con ingresos limitados, en esta parroquia. Y no solo con alimentos, también sufragando las necesidades de vivienda, material escolar… Pero esta no es la finalidad principal de este proceso de ayuda. La clave está en ir dando pasos hacia la búsqueda de trabajo, por desgracia no pocas veces en la economía sumergida, y la integración plena en la sociedad.

Una mística apasionante

Hay una nota peculiar en la vida de esta parroquia, que no pasa inadvertida si nos fijamos en la imagen del Cristo que preside el altar. Una imagen de Jesús vivo, en la Cruz, con los ojos abiertos, sereno semblante, con la representación de la Eucaristía detrás de la cabeza y el mundo a los pies, con un libro del Evangelio abierto y la corona de rey. Es la imagen de Cristo Misericordia. El párroco pertenece al Instituto de los Hijos del Amor misericordioso, fundado por la beata Madre Esperanza de Jesús Alhama, una religiosa española que murió con fama de santidad en Italia y cuyo santuario de Collevalenza, en la Umbría italiana, es un potente centro de peregrinación. Una vida apasionante, la de esta mística, y un carisma fascinante, «Dios es un Padre bueno, que perdona, olvida y no lleva cuenta». Pero esto daría para muchas más páginas.

MADRID

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2021-10-16T07:00:00.0000000Z

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