Si hay que ir se va, pero teniendo claro que ir por ir es tremenda tontería. El ‘sketch’ de Cruz y Raya viene al caso porque lo del PP es de coña. Ahí los tienen, reclutando huestes para el batallón de los ofendiditos. Un ir por ir a la guerra interna con bravura sobreactuada y razones dopadas, arriesgándose incluso a perder el brío demoscópico, lo único que ahora mismo tienen.

En la afrenta de Ayuso hay también mucho del temor de Casado a despeñarse cuando se escala el risco. Si se atiende a las palabras de la presidenta madrileña ante los micrófonos, en los platós y allá donde tiene oportunidad de repetirlas como un mantra, «mi ambición comienza y acaba en Madrid», el jefe no tiene motivos reales para preocuparse. Entonces ¿por qué se le niega lo que es suyo por derecho ganado en las urnas, ser también la presidenta del partido al que ha resucitado en la Comunidad? La respuesta es sencilla y retrata en la peor acepción del término al clan de los genoveses. La veracidad o falsedad sobre los límites de sus anhelos políticos sólo se podrá comprobar si en las próximas generales el PP se estampa. Será el momento de tomarle la palabra dada a Ayuso para rogarle que falte a ella y dé un paso al frente para tomar las riendas de un partido que dará tumbos como un púgil noqueado.

Si, por el contrario, Pablo Casado logra sacar a Sánchez de La Moncloa, ni Ayuso, ni Feijóo ni ningún barón podrá toserle, con lo que este sainete propio de políticos de cuarta habrá servido únicamente para demostrar que pusieron todo en riesgo por un ir por ir pa’ na.

Ayuso se ha ganado los galones para ejercer el mando de sus tropas. Empecinarse en negárselo supone que el electorado popular perciba en el dúo Casado-Egea algo aún más desasosegante que debilidad, que ni la misma cúpula cree que pueda conseguir vencer al sanchismo y prefiere tenerlo todo controlado para ser quien pilote la travesía del desierto que emprendería el PP. Malo, muy malo bloquear a Ayuso por un anhelo tan poco reconfortante como el de contentarse con administrar la miseria futura porque eres incapaz de creer hoy en la victoria.