Hace un año, el Defensor del Pueblo catalán reprobó una actuación de los Mossos con una pistola táser para reducir a una joven en Sabadell. Según Rafael Ribó, la intervención policial resultó «excesiva». Tanto entonces, como ahora, con la muerte de un hombre en Badalona tras recibir una descarga, la Dirección General de la Policía y los sindicatos defienden la actuación proporcional de los uniformados. «Fue algo de manual. Blandía dos cuchillos, era un riesgo tanto para su familia como para él mismo y se abalanzó sobre los agentes», explica Imma Viudes, de SapFepol. Desde Uspac, Albert Palacio secunda: «Esta herramienta evita un riesgo mayor y resulta menos lesiva que un disparo». A falta de conocer el resultado de la autopsia, un juzgado de Badalona investiga las causas del fallecimiento del joven, un día después de la descarga.