María Jesús Montero, ministra de Hacienda, sacó ayer su retahíla de críticas al Partido Popular. Hacía tiempo que no cargaba contra la formación que lidera Pablo Casado, aunque su objetivo en esta ocasión estaba muy claro: la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso, la «lideresa» a la que se refirió la ministra de manera implícita.

En la diana estaban todas las regiones dirigidas por el PP (Madrid, Andalucía, Murcia...), pero el foco lo puso con más ahínco en la capital, por su política fiscal y la retórica que utiliza su presidenta. Ayuso, en reiteradas ocasiones, ha criticado el «infierno fiscal» que genera el Gobierno. Ayer, Montero respondió que con ese tipo de calificativos lo único que provoca es «ahuyentar a los inversores». Sin embargo, como publicó ABC, los inversores sí que están preocupados por la política impositiva del Ejecutivo y no por la de Ayuso. Asimismo, Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, encabezó las críticas al Gobierno en una entrevista con ABC hace algo más de dos meses.

La crítica de la ministra no se quedó ahí. Atacó a las regiones del PP por hacer lo que, a su juicio, es «populismo fiscal» al reclamar bajadas masivas de impuestos. «Detrás de eso está el sálvese quien pueda», espetó. Cabe destacar que la capital ha optado por rebajar el IRPF (la parte sobre la que puede actuar a nivel autonómico) y eliminar todos sus impuestos propios. De hecho, como publicó este periódico, Cataluña y las regiones lideradas por el PSOE son los territorios que más sangran al ciudadano con impuestos propios. «Algunas comunidades hacen gala de bajadas de impuestos. Sin embargo, luego piden dinero a ‘papá’ o ‘mamá’ Estado, que es lo mismo que decir que yo bajo impuestos y tú súbelos para que me puedan llegar», señaló Montero. Como añadido, la ministra explicó que no se puede debatir conjuntamente sobre bajar impuestos y financiar el Estado del bienestar. En otras palabras, que para mantener el Estado del bienestar no se pueden rebajar los tributos. La titular de Hacienda rechazó las tesis de «los que defienden un Estado mínimo» ya que apuesta por «un modelo en el que se combatan las desigualdades» y en el que se ponga en valor la clase media y trabajadora. Para mantener y potenciar ese Estado del bienestar, Montero recordó que el reto de España es acercar la recaudación a la media europea, lo que implicaría aumentar la presión fiscal en hasta 80.000 millones de euros. Sin embargo, negó que esto vaya a traer consigo una subida generalizada de impuestos, sin explicar en realidad cómo logrará cerrar la brecha con Europa. Asimismo, la ministra cargó también contra la prensa por los «titulares alarmistas y sensacionalistas» respecto a la política impositiva del Gobierno. Concretamente, en referencia a cuando los medios de comunicación hablan de «hachazo» o «sablazo». En este sentido, negó que se dé un «hachazo fiscal» en los Presupuestos de 2022. Justo ayer, ABC publicó que la intención del Ejecutivo pasa por fulminar los planes de pensiones individuales, pensando en llevar incluso a cero sus incentivos fiscales, ahondando en su política de incrementar la presión fiscal, en este caso reduciendo las deducciones a aplicar en la declaración de la Renta.