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La conexión entre Serbia y Rusia

►Djokovic y Medvedev impulsan a sus selecciones hasta las semifinales mientras comparten entrenamientos y risas

LAURA MARTA

Novak Djokovic y Daniil Medvedev lideran a sus respectivos equipos con más o menos ayuda. Serbia y Rusia están clasificadas para la semifinal con caminos ciertamente diferentes. Serbia ha estado en el alambre desde el principio, desde esa fase de grupos en la que el equipo capitaneado por Viktor Troicki no se pudo despegar del televisor hasta que terminó el dobles entre Andrey Rublev y Aslan Karatsev y Marcel Granollers y Feliciano López. La derrota amarga para los campeones de 2019 fue fiesta absoluta para Djokovic y compañía.

Tan al límite la contienda y con tanto en juego, que el ruso admitió después haber recibido diferentes mensajes del equipo serbio animando a su selección. «Durante el partido teníamos mensajes de alguna gente de Serbia –no voy a decir de quién–, diciéndonos ‘vamos, chicos, creemos en vosotros’. Quizá Djokovic me deba una cena», bromeó. No hay duda de que se la cobrará, pues ambos comparten más que encuentros entre ellos.

Desde que Medvedev entró en el top ten no habían compartido apenas entrenamientos. Pero se resolvió todo en el Masters 1.000 de París-Bercy. «Estuvimos entrenándonos durante dos horas, jugamos un set, y luego estuvimos hablando 15 o 20 minutos. Me encanta hablar con Djokovic. Creo que puedo decir que es mi amigo, pues es muy raro que el 1 y el 2 se entrenen juntos», confesó el ruso. Al menos, todo lo que el tenis deja para trabar amistades y complicidades, pues Medvedev había dejado al serbio sin su Grand Slam número 21 merced a una impoluta final en el US Open. Volvieron a preparar juntos en Turín la Copa de Maestros y mantienen la cordialidad en el Madrid Arena. Hasta comparten risas sobre vídeos en el móvil de alguno de los dos. Pasar horas de pista juntos les hace crecer, medirse, buscar las debilidades del otro y minimizar las propias, pero, en apariencia, la rivalidad solo existe cuando la pelota está en juego.

También les une la responsabilidad. El 1 y el 2 son líderes por situaciones como las que viven en Madrid, sobre todo en una competición como la Davis en la que el ranking vale de todo y hay que dar un paso al frente y llevar al equipo a la espalda. También cuando la raqueta descansa. «Cuando no estás en la pista, sigues estando emocionalmente involucrado en cada partido. Animas, apoyas», asegura Djokovic. Ambos saben lo que es tirar de todos en tiempos complicados.

Es el número 1 el más aliviado por aquel pase in extremis y también el más exigido y el que más se exige para llevar a su país hasta lo más alto. Fue una gran decepción para él caer en cuartos de final hace dos años y la pasión por la camiseta nacional le da doble energía. Como para jugar, remontar el punto adverso que Mikhail Kukushkin logró ante el debutante Miomir Kecmanovic con su victoria ante Alexander Bublik y para sentenciar en el dobles, apenas minutos después, el pase a la ronda donde se miden los cuatro mejores. Y, otra vez, contra las cuerdas, alargada la sesión de parejas hasta el tercer set. Djokovic, contra el mundo. «No fue fácil para mí entrar en el partido tras las emociones de la victoria anterior, pero encontré la estabilidad física y emocional. Fue un gran alivio», admitía el serbio tras una jornada que pasó de día. Hoy saldrá al ruedo para enfrentarse a Croacia (16.00 horas, Movistar) por un puesto en la final.

Daniil Medvedev, sin embargo, tiene escuderos de prestigio. Es verdad que también ha tenido que imponerse en sus partidos individuales, pero no así en los dobles, con buenas combinaciones entre Rublev, Aslan Karatsev o incluso la opción de Karen Khachanov. Para que, él mismo lo dijo, el líder del grupo pueda jugar rápido e irse pronto a dormir; menos desgaste para cuando se compita por el título. Casi Medvedev, contra el mundo. Pasó en la fase de grupos, con el número 2 poniendo tablas contra España, por ejemplo, o su sentencia ante Ecuador. Desactivar los problemas cuando su compañero Rublev se desconecta: perdió contra Feliciano López y se dejó un set contra Roberto Quiroz. Ayer, Elias Ymer le buscó y casi le encontró las cosquillas con latigazos revolucionarios (6-2, 5-7 y 7-6 (3)). Victoria sufrida ante el 171 del mundo con arrebatos de furia: raquetazos al banco y pelotazos a las vallas de publicidad, motivo de retraso del partido de Medvedev porque hubo que reemplazar la pantalla. El 2 del mundo acortó la tarde: despachó al hermano pequeño de los Ymer en una hora y 13 minutos (6-4 y 6-4) para irse a dormir pronto, que mañana (13.00 horas, Movistar), toca Alemania. A la espera de que la conexión Djokovic-Medvedev se cite en la final, donde ya no habrá amistades que valgan.

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2021-12-03T08:00:00.0000000Z

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