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Lorenzo Damiano, el antivacunas converso tras infectarse por Covid

► El líder de los negacionistas italianos cambió radicalmente de opinión respecto a la pandemia tras pasar una semana en el hospital, inmóvil y con oxígeno

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES CORRESPONSAL EN ROMA

Lorenzo Damiano, 56 años, líder de los antivacunas de Véneto, se infectó de Covid en una peregrinación al santuario de Medjugorje (Bosnia y Herzegovina). Pero el ‘milagro’ de su auténtica ‘conversión’ se ha producido en el hospital de Vittorio Veneto, donde ha estado durante una semana en terapia subintensiva, inmóvil con oxígeno. Damiano ha pasado de ser un radical opositor de las vacunas, a telepredicador de la vacunación. Desde la cama del hospital ha enviado con un hilo de voz un mensaje a sus adeptos: «Seguiré la ciencia, me vacunaré, os tenéis que vacunar todos».

Damiano, excandidato a alcalde de Conegliano, municipio de 34.500 habitantes al norte de Italia, invocaba un nuevo proceso de Núremberg contra quienes promueven la vacunación. Después de haber sido un incansable activista contra la «dictadura sanitaria», ahora Lorenzo Damiano ha modificado completamente su visión de la pandemia. «Obviamente, mi visión del mundo geopolítico ha cambiado –explica Damiano–. Estaré listo lo antes posible para que todo el mundo sepa lo importante que es seguir colectivamente la ciencia, la que te salva».

En su activismo, Damiano mezclaba posiciones antisistema y fundamentalismo religioso. Durante la campaña electoral para la alcaldía, con su lista Núremberg 2, organizó en septiembre varios encuentros públicos con negacionistas, antivacunas y contrarios al pasaporte Covid.

Obtuvo un magro resultado: 412 votos. Con rosario y símbolos ultras. Damiano fue también candidato a las elecciones europeas con el partido neofascista Forza Nuova. A su extremismo político unía su radicalismo religioso con su grupo Los pescadores de paz, con tres puntos fundamentales en su programa: no al aborto, no a la adopción por parte de parejas homosexuales y no a la eutanasia.

Con su movimiento Núremberg 2, Lorenzo Damiano promovía curas domiciliarias en lugar de hospitalarias y contestaba las directrices sanitarias del gobierno. Además, pregonaba en sus comicios y reuniones teorías complotistas, como la de que había estrategias para perjudicar a la población con las vacunas. De ahí la propuesta de su movimiento para procesar a los responsables de los «crímenes cometidos durante la emergencia Covid» y a los autores de lo que él consideraba que era «la gran maquinación de crear adrede el virus».

Viéndose en una situación grave en el hospital, tuvo tiempo para madurar la convicción de que sus batallas habían sido equivocadas. Ha reconocido que sus teorías complotistas, que lo hicieron famoso entre los antivacunas, eran absurdas.

Ultracatólico, decía que «la vacuna no viene de Dios» e invocaba el Espíritu Santo contra el «nuevo orden mundial». Lorenzo Damiano planeaba comprar un terreno en Medjugorje para crear un lugar de culto para su asociación. De momento, su conversión llegó en un hospital. Tan arrepentido parece estar de su reciente pasado que desea ver al Papa Francisco, a quien muchos antivacunas de la galaxia ultrarreligiosa ven como el diablo. «Pediré un encuentro al Santo Padre, estoy dispuesto a ser testigo de verdad y sinceridad para que el mundo se salve». Para que no haya dudas de su arrepentimiento, confiesa: «A veces hay que atravesar una puerta estrecha para entender las cosas».

Una nueva voz «Pediré un encuentro al Papa, estoy dispuesto a ser testigo de verdad para que el mundo se salve»

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2021-12-03T08:00:00.0000000Z

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