Irracionales me han parecido las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, días antes de la cumbre de la OTAN, al afirmar que «desde la cumbre de Yalta y desde la caída del Muro de Berlín no haya habido un momento tan decisivo». La comparación constituye un desplante a la historia porque no tiene nada que ver la cumbre, por muy importante que haya sido, con los dos acontecimientos mencionados por Albares, que marcaron el futuro de Europa. El ministro lo sabe, pero ya nos conocemos, su mensaje lleva una carga de marketing y propaganda muy habitual de este Gobierno. Cualquier ciudadano con una base normal de historia sabe que esta comparación es un provocado error de bulto y que constituye un insulto a la inteligencia humana. La historia no se puede tergiversar torticeramente, pero a este Gobierno le da todo igual.

EDUARDO RODRÍGUEZ

MADRID