Una de las consecuencias de la cumbre de la OTAN es que el Gobierno se ha comprometido a llegar al 2% del PIB anual en gasto de defensa. Es una decisión valiente en medio de la tormenta perfecta económica en la que nos adentramos. Nos sacará de los últimos puestos del club atlántico y nos hará más relevantes. El reto, sin embargo, será utilizar esta nueva capacidad de influencia en una Alianza que bascula hacia el Este. El revanchismo ruso seguirá existiendo cuando termine la guerra de Ucrania. Tiene todo el sentido la ampliación a Suecia y a Finlandia, desbloqueada en Madrid, y la concentración de esfuerzos a partir de ahora en esa frontera.

La inestabilidad económica que ha creado Vladímir Putin nos afecta a todos, por muy alejados que estemos del teatro de operaciones ucraniano. Sin embargo, España necesita atender de forma prioritaria a las amenazas y las tensiones al sur de nuestro país, desde el terrorismo y la inestabilidad política a las migraciones descontroladas que ya genera la emergencia climática. El desafío es mostrar solidaridad (que también es interés propio) al atender las nuevas prioridades orientales de la OTAN y, al mismo tiempo, encontrar la manera de situar en la agenda atlántica los problemas del flanco sur, más allá de declaraciones retóricas.

Algo parecido nos ocurrió cuando en 2004 comenzó la ampliación al este de la Unión Europea. El centro de gravedad se desplazó y nos convirtió en más periféricos y menos centrales. Nuestra agregación de preferencias con otros Estados miembros se volvió más complicada y difícil. España negoció en la cumbre de Niza de 2000 ser considerado país grande en el reparto de votos en el Consejo y unas perspectivas financieras muy generosas un año antes en Berlín. Pero no hubo continuidad entre gobiernos en este intento de generar normas y decisiones lo más favorable posible a nuestros intereses, como contrapartida a la gran ampliación de la UE. Invertiremos más en defensa en una OTAN que se vuelca en el Este, pero al hacerlo debemos conseguir que mire cada vez más al Sur.