Ni dimite de un cargo que pese a su pequeñez siempre le vino grande ni se excusa por su alegato a favor de la pedofilia. La titular de Igualdad se defiende con acusaciones en una huida hacia adelante que revela que nada en su discurso es improvisado. «A estos fascistas se les para con derechos», dice Irene Montero, abogada de los derechos de una infancia sexualizada e indefensa ante los abusos.