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El comisario Reynders llega a Madrid para desatascar la Justicia

Recuerda que Bruselas espera que se tenga en cuenta su recomendación, que los jueces puedan elegir a sus pares, y «anima a las partes a sacar adelante la reforma» del CGPJ

E. SERBETO/ N. VILLANUEVA BRUSELAS/MADRID

Ajeno a las expectativas que hay puestas en su visita a España, el comisario de Justicia europeo, Didier Reynders, aterrizó ayer en Madrid con una apretada agenda en la que en los dos próximos días prevé reunirse con miembros del Gobierno y demás agentes implicados o afectados por el bloqueo de las negociaciones en torno al Consejo General del Poder Judicial, en funciones desde diciembre de 2018.

Momentos antes de subir al avión el comisario trató de restar importancia al cuestionamiento de su imparcialidad por parte del Ejecutivo y aseguró que tiene la plena confianza de la Comisión Europea en su conjunto para llevar a cabo esta gestión. Su papel, dijo, es el de «favorecer el diálogo para aplicar lo más rápidamente posible nuestras recomendaciones» en la organización del sistema judicial español.

Y entre esas recomendaciones hay dos muy claras: la primera, que la renovación del CGPJ se tiene que llevar a cabo ya, sin más dilación. La segunda, que esa renovación tiene que estar vinculada a la reforma del sistema de elección de los jueces según las recomendaciones de la propia Comisión, es decir, que los jueces estén «debidamente representados» en la elección de sus pares, algo que no sucede ahora, donde los doce vocales de procedencia judicial son elegidos con intervención parlamentaria, al igual que los ocho juristas que junto con aquéllos conforman el órgano.

Reynders espera una reforma que respete las recomendaciones de la Comisión, pero es consciente de que «los cambios en España deben ser decididos por los partidos políticos españoles». «Lo que podemos hacer es animar a las partes a entrar en un diálogo, incluyendo a la oposición, para conseguir la mayoría necesaria para sacar adelante la reforma», dijo el comisario que, en alusión indirecta al Ejecutivo, ha instado a asumir que «para ciertas decisiones se necesita una mayoría mayor que la de la mayoría gubernamental». Es el caso aquí, donde el nombramiento de los nuevos vocales requiere el aval de tres quintos de las Cámaras.

Precisamente a ese papel, poco menos que de mero espectador, aludió ayer el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, al referirse a la visita de Reynders, a quien desvinculó de esta renovación que, a juicio del Ejecutivo, está solo en manos del PP, que es el que tiene «secuestrado» el Poder Judicial desde hace cuatro años. Ambos se reunirán a la una y media de la tarde, después del encuentro que el comisario tiene previsto mantener con el vicesecretario institucional del PP, Esteban González Pons.

Nadie confía ya en que ese deseable encuentro a tres en el que vocales del CGPJ tenían depositadas todas sus esperanzas vaya a producirse en Madrid y que, a tenor de las declaraciones de las últimas horas, Bolaños recoja ese guante, lo que a su vez allana el camino a que la dimisión de Lesmes se vea cada vez más cerca.

En el PP esperan con total tranquilidad

El PP ve al comisario de acuerdo con su tesis y confía en que influya en el Gobierno para que mueva ficha y puedan avanzar

la reunión del comisario, al que González Pons conoce bien. Los populares están convencidos de que Reynders comparte sus tesis sobre la necesidad de fortalecer la independencia judicial en España, y en todo caso confían en que sea capaz de influir en el Gobierno de Sánchez para que este mueva ficha y sea posible desbloquear las conversaciones.

Con el presidente del Tribunal Supremo, sobre cuya renuncia no quiso pronuncirse ayer Bolaños, se reunirá Reynders mañana, el mismo día que lo hará también con el presidente del TC, Pedro González Trevijano, y el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.

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2022-09-29T07:00:00.0000000Z

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