La presidencia checa del consejo de ministros de la UE prevé presentar una propuesta en la que prácticamente cada país podrá elegir las recetas que prefiere aplicar para intervenir el mercado de la electricidad. La base de la propuesta que había preparado la Comisión Europea incluye un tope de 180 euros por megavatio hora en los beneficios de las eléctricas y un gravamen del 33% sobre las ganancias extraordinarias de las empresas de combustibles fósiles en relación a las que han obtenido otros años. por encima de los niveles normales. La idea es reciclar estos ingresos para proteger a los consumidores vulnerables e invertir en tecnología limpia.

Pero si bien la propuesta tenía como objetivo crear un enfoque uniforme en todo el mercado único, la negociación ha acabado por dar un gran margen de maniobra para que las capitales adapten las medidas propuestas o añadan otras, lo que ha sido recibido con preocupación por las empresas energéticas que operan en varios países. La perspectiva de un fracaso en el establecimieo de estas medidas para controlar el precio de la energía ha resultado ser más amenazante que la fragmentación del mercado.

Uno de los cambios que se ha filtrado, además de límites de beneficios diferentes para los consumidores de carbón, es que se eximiría del cálculo el precio de la electricidad en horas punta. En este sentido la Comisión ha propuesto paralelamente un plan de reducción de consumo de electricidad precisamente en las horas de gran demanda, para contribuir a la moderación del precio.

Se espera que la presidencia checa presente hoy una última revisión de la propuesta después de las reuniones técnicas que tuvieron lugar ayer en preparación del consejo extraordinario de ministros de Energía del viernes, la tercera de estas características desde el final del verano.