Lecanemab, un fármaco experimental para la enfermedad de Alzheimer, ha demostrado que puede reducir significativamente el deterioro cognitivo y funcional. Lo aseguran en un comunicado las compañías fabricantes del medicamento, Eisai y Biogen, tras los resultados de un ensayo realizado en 1.800 pacientes en las primeras etapas de la enfermedad.

El fármaco, un anticuerpo monoclonal que ataca las placas de amiloide de las neuronas de los enfermos, demostró que ralentizaba el progreso de la enfermedad en un 27% en comparación con un placebo, cumpliendo el objetivo principal del estudio y ofreciendo potencialmente esperanza a los pacientes y sus familias desesperados por hallar un tratamiento eficaz. El medicamento se administró dos veces por semana durante dieciocho meses.

«Esto significa que dirigirse a la proteína amiloide es la dirección correcta», dijo Ronald Petersen, director del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de la Clínica Mayo en Rochester (EE.UU.).

Eisai busca la aprobación del medicamento de las autoridades sanitarias de EE.UU. (por sus siglas, la FDA) de manera acelerada y se espera una decisión en enero. La compañía dijo que también buscará autorización en Japón y Europa antes del 31 de marzo de 2023.

Placas amiloide

En su comunicado, Eisai afirma que los resultados del ensayo prueban la teoría de que la eliminación de los depósitos de una proteína llamada beta amiloide del cerebro de las personas con alzhéimer temprano puede retrasar el avance de la enfermedad. Esas placas son características de las personas con alzhéimer, ya que impiden la conexión correcta entre las neuronas y provocan su degeneración.

Si se aprobara este sería el segundo medicamento en veinte años, después de que en 2021 se autorizase aducanumab, un anticuerpo monoclonal que a dosis altas elimina las placas de la proteína amiloide del cerebro que se han acumulado durante años. No obstante, todavía hay grandes dudas de que atacar la proteína amiloide en el cerebro de los pacientes ayude a ralentizar los síntomas cognitivos. Aunque el amiloide se considera un biomarcador de alzhéimer, hay poca evidencia científica de que su reducción puede ayudar al paciente a aliviar sus problemas de memoria y pensamiento.