Camps le soltó ayer a Correa un «me estás arruinando la vida» ; qué menos podía decirle al líder de la Gürtel en el décimo de los casos judiciales a los que se ha enfrentado estos años: de los nueve anteriores salió airoso e inocente y le queda el último escalón. Ya veremos, pero no deja de sorprender que el final de las sospechas para Camps coincida en el tiempo con el principio de los problemas de su sustituto en la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, que ha perseguido a su predecesor con verdadera insistencia en los tribunales. A Camps le acusaron en primera persona de una infinidad de corrupciones que han quedado en nada, si bien varios de sus subalternos han sido condenados, pero poco que ver con el montaje de causa general que se organizó contra el PP valenciano. Lo de Puig se presenta justo al revés, señala a su partido por presunta caja B, pero queda por saberse si acabará afectándole personalmente. Puig incluso ha terminado por coincidir con Camps en su consideración sobre la UCO.