Kiosko y Más

Marie Kondo y el ‘sí es sí’

Como Kondo, Pedro Sánchez acaba de reconocer que no se puede mantener el orden cuando se gobierna con otros

MARÍA JOSÉ FUENTEÁLAMO

MARIE Kondo nos ha vuelto a engañar. Dice que no se puede mantener el orden con tres hijos. Qué manía de poner el listón alto. ¿Sólo se puede ser desordenado a partir de tres hijos? Pues mire, señora gurú del orden, por debajo tampoco es factible. A veces ni con uno, ni con ninguno. La buena noticia de que la japonesa se haya dado por vencida es que ha despertado a la vida. Porque vivir es desorden y sí, con hijos más. El orden, como la conciliación, son el servicio y, si acaso, los abuelos. ‘Money’ y ‘family ’.

Como Kondo, Pedro Sánchez acaba de reconocer que no se puede mantener el orden cuando se gobierna con otros. Los demás ya lo sabíamos, pero por alguna extraña razón, los políticos designados para ver las realidades antes que el resto terminan por verlas después. A veces, incluso tarde. De hecho, no las ven hasta que las encuestas las gritan a los cuatro vientos. Ha tenido que superarse la cifra de 300 rebajas de condena para que el PSOE decida modificar la ley del ‘solo sí es sí’. Mientras tanto, Irene Montero y los suyos siguen haciéndose un pre-Kondo, que es creer en que existe el orden sólo porque ellos lo dicen. Pero claro, la de libros que han vendido mientras tanto.

Con el desorden pasa como con los errores, hay que reconocerlos, convivir con ellos. Mourinho tenía una frase definitiva: «El que no tira el penalti, no lo falla». Yo entiendo que para Irene Montero –como para el futbolista que no acierta con el balón– la cita no es muy consoladora. O sí. Porque precisamente por eso no ha dimitido: porque quiere seguir tirando penaltis, aunque los falle. Sabe que el que no gobierna no se equivoca. Ocurre como con el orden. Sólo la muerte es ordenada. Yo me lo repito cada vez que el salón está hecho una leonera. Los muertos son los únicos que no manchan, no ensucian, no llenan la habitación de trastos, ni dejan el baño hecho un desastre. Los políticos cadáver, los que han tenido que irse, no pueden hacer leyes con lagunas, si acaso quejarse en Twitter. No mandar, no nos engañemos, permite equivocarse menos. Por eso es más fácil predicar desde fuera. Eso lo tienen bien claro en el PSOE. De ahí que, en un amago fuertemente electoralista, han decidido poner orden. Recoger el salón. El problema es que juegan unas bazas extrañas. ¿Por qué ahora y no antes? Se trata probablemente de la mayor crisis de la coalición en lo que va de legislatura, que se salvará, claro está, porque hay mucho en juego. Los socios volverán a hacernos creer en el orden perfecto, a lo anterior Marie Kondo. Pero otra vez, no será más que un espejismo. Un engaño. O el servicio recogiendo lo que los niños ponen en medio para que parezca que la casa es un auténtico oasis de paz con todos sus cajones impolutos. Sólo que en este Gobierno no está muy claro quién es el servicio y quiénes los señores de la casa.

OPINIÓN

es-es

2023-02-01T08:00:00.0000000Z

2023-02-01T08:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281633899380274

Vocento