El Govern que preside Pere Aragonès aseguró, tras conocer la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que no hará una valoración sobre la sentencia hasta que no la estudie «a fondo». Porque «es un pronunciamiento importante y complejo», dijo Patrícia Plaja.

La portavoz expresó, ayer, en nombre del Ejecutivo autonómico, su «máximo apoyo» y «respeto absoluto» a Carles Puigdemont y el resto de fugados de la Justicia española, que, en su opinión, están sufriendo «persecución política» por parte de los magistrados del Tribunal Supremo Pablo Llarena y Manuel Marchena.

La respuesta oficial del Govern fue fría y distante con lo que es habitual, en estos temas. Aragonès rebajó, así, la euforia de la delegación independentista en Bruselas, liderada por Puigdemont, quien tras conocer la sentencia del TJUE aseguró que está «más cerca de volver libre» a España, y su abogado, que era «un buen día». Plaja les matizó: «Un buen día será el día que los exiliados puedan volver en plena libertad a Cataluña».

Eso sí, la portavoz autonómica defendió la tesis de las defensas de los huidos de la Justicia a la hora de destacar que el TJUE señala que las euroórdenes pueden ser denegadas «si hay una vulneración a un grupo de personas identificables».

Para Plaja, esta mención «abre la puerta a reconocer lo que el Govern siempre a defendido: que existe una causa general contra el movimiento independentista». Y añadió que «este grupo, sí, nos identifica a todos los independentistas».