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Acusan a mandos de la Policía de Haití de la muerte de siete agentes

▶ Según la prensa, los altos cargos incitaron el asalto de las bandas contra la comisaría

S. NIETO

Si la situación de inseguridad que padece Haití por culpa de las bandas resulta preocupante. Las últimas informaciones sobre las causas de la muerte de siete policías en Liancourt, en el departamento de Artibonito, en el centro del país, no parecen ni mucho menos tranquilizadoras. Según informaron varios medios locales, el asalto de la comisaría en la que fueron asesinados los agentes fue incitado por tres altos cargos de la Policía haitiana en connivencia con los pandilleros, unos hechos que han trascendido tras la filtración de un documento del Servicio Departamental de Informaciones.

Entre los altos cargos implicados figuran dos inspectores generales y un superintendente, que no han sido públicamente identificados. También una organización política, cuyo nombre no ha trascendido. Con el aparente objetivo de sembrar el caos en el departamento de Artibonito, el ataque se saldó con las muertes de los policías y con una oleada de protestas que acabó en el asalto de la residencia oficial del primer ministro, Ariel Henry, y en una sucesión de disturbios que provocaron la detención del tráfico aéreo en el aeropuerto de Puerto Príncipe.

Azotado por crisis naturales, inestabilidad política, pobreza crónica y el golpe feroz de la pandemia, Haití atraviesa unos tiempos de inseguridad agravados por el florecimiento de las bandas de pandilleros por todo el territorio. Según un informe de Global Initiative, estos grupos violentos tienen por principal objetivo «ampliar su control sobre la administración pública, los territorios económicos estratégicos y la población».

Violencia generalizada

Una de las fuentes fundamentales de ingresos de los pandilleros son los secuestros. Sin ir más lejos, el Ministerio de Salud Pública de Cuba informó ayer de que los miembros de una banda habían secuestrado al chófer de la brigada médica en Haití, unos hechos que cuentan con antecedentes y que ejemplifican bien la amenaza que se cierne sobre los ciudadanos.

Según ha denunciado Unicef, las mujeres y los niños haitianos integran los dos grupos sociales más afectados por los secuestros, pues los pandilleros se aprovechan del amor de las familias para obtener beneficios económicos a cambio de dejarles en libert ad. Como explicaba l a agencia de Naciones Unidas, los secuestrados pueden padecer problemas psicológicos por los traumas provocados por la violencia, las amenazas y las humillaciones sufridas durante el cautiverio.

INTERNACIONAL

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2023-02-01T08:00:00.0000000Z

2023-02-01T08:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281973201796658

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