Comenzó febrero y con él acabó un frenético mercado invernal que en la tarde de ayer mantuvo al grueso de la afición balompédica pegado a las pantallas digitales en un aluvión de fichajes, rumores y, por supuesto, decepciones.

Uno de los grandes nombres de la jornada fue Isco Alarcón. El malagueño, después de varios años calentando el banquillo del Bernabéu y su fallida experiencia en el Sevilla este mismo curso –donde no faltó un fuerte desencuentro con Monchi–, se encontraba sin equipo desde el pasado 20 de diciembre. El Unión Berlín, un pequeño club del este de la capital alemana construido por y para su afición que actualmente es segundo en la Bundesliga con un punto menos que el líder, el Bayern de Múnich, se había cruzado en el camino del talentoso mediapunta. Isco viajó a Berlín el lunes, pasó ayer el reconocimiento médico y justo antes de estampar su firma con el Unión hasta final de temporada (con opción de seguir un curso más), el trato se rompió drásticamente. Así lo explicó el director deportivo de los germanos, Oliver Ruhnert: «Nos hubiera gustado ver a Isco en nuestro equipo, pero tenemos nuestros límites. Los acuerdos previamente acordados se han intentado cambiar hoy, motivo por el cual el traspaso no se ha completado».

En contraposición, en la misma Bundesliga, otra operación de un jugador de primerísima élite sí fructificó. Joao Cancelo, un hombre capital en el juego de posición del Manchester City en las últimas campañas, llega en calidad de cedido al Bayern en un movimiento que puede ser permanente si los bávaros abonan 70 millones de euros el próximo verano. La relación entre el polivalente lateral luso y Pep Guardiola se había deteriorado sobremanera después del Mundial; de hecho, Cancelo había sido suplente en los últimos tres encuentros del City. Motivo por el cual el diestro pidió salir del Etihad.

Otro desencuentro de última hora sacudió Londres. Tras la negativa del Brighton para vender a Caicedo, el Arsenal confirmó la compra de Jorginho por 13 millones de euros. El hasta ayer centrocampista del Chelsea acababa contrato en junio. En la misma ciudad, el Tottenham fue protagonista de un traspaso a tres bandas que involucraba hasta última hora de la noche a Atlético y Barcelona. Así, a cambio de 45 millones de euros, Pedro Porro dejó al Sporting CP por los Spurs. En consecuencia, los portugueses suplieron al lateral español con Héctor Bellerín y los de Conte, con laterales de sobra, cedieron a Matt Doherty al Atlético hasta final de temporada. El carrilero irlandés llega a Madrid para competir el puesto con Molina.

Altas en LaLiga

Uno de los clubes más activos en esta ventana de traspasos, el Sevilla, cerró dos cesiones de última hora: el mediocentro del Olympique de Marsella, Pape Gueye y su canterano Bryan Gil. El extremo andaluz carecía de minutos en el Tottenham. Por otro lugar, el Betis confirmó la cesión de Ayoze Pérez, delantero español del Leicester, hasta final de temporada. Asimismo, Denis Suárez recala en el Espanyol tras haber estado la primera mitad de la temporada apartado de la disciplina del Celta por motivos extradeportivos. Por su parte, los vigueses se hacen con los servicios de Seferovic (Benfica).