Era el punto 26 del primer pleno del año en el Palacio de Cibeles. Una propuesta de Más Madrid, el grupo mayoritario en la oposición: iniciar inmediatamente el proceso de revocación del título de Hijo Predilecto de la ciudad concedido al tenor Plácido Domingo en 2013. Pilar Perea, concejal de Más Madrid, protagonizó una comparecencia «especialmente dura», en sus palabras, por haber estudiado música y la importancia del director de orquesta acusado en 2019 de acoso sexual por decenas de mujeres. A pesar de su «inmenso legado», señaló, «no significa que sea correcto».

A la hora de la votación, PSOE y el Grupo Mixto apoyaron la proposición, mientras que el ‘no’ de PP, Ciudadanos y Vox mantuvo intacto el título de Hijo Predilecto. Antes de que llegara el punto 26 del día, el alcalde explicó su postura ante los periodistas. «No participamos de las cazas de brujas, de las quemas, de las hogueras ni de la moralina que pretende y que se arroga la izquierda. En primer lugar, no se ha acreditado de ninguna manera desde un punto de vista judicial que [Plácido Domingo] pudiera haber incurrido en ningún tipo de conducta irregular», justificó José Luis Martínez-Almeida, «la mera existencia de una conduct a i rregular tampoco i nvalida l a trayectoria totalmente de una persona».

El clásico dilema, separar o no la obra del artista, se coló ayer en Cibeles y el equipo de gobierno se posicionó. La propuesta de la izquierda «no tiene ni pies ni cabeza», criticó la delegada de Cultura, Andrea Levy (PP), porque «se mantienen los méritos por los que se nombró en 2013» y porque es «posiblemente el mejor cantante de ópera de la historia de España».