Los Dorados y Pálidos son vinos de licor de Rueda. A pesar de tener una larga tradición, cayeron en declive con el auge de los vinos frescos y afrutados que se asocian a la zona a día de hoy. Sin embargo, algunas bodegas se han mantenido fieles y no han dejado de elaborarlos desde sus orígenes. Es el caso de Bodegas Félix Lorenzo Cachazo, bodega familiar con solera impulsora de la creación de la Denominación de Origen.

Habitualmente son mezcla de las variedades Palomino Fino y Verdejo, se elaboran mediante crianza oxidativa y deben permanecer en barrica de roble, al menos, los dos últimos años antes de su comercialización. Carrasviñas comienza su proceso desde la viña, vendimiando cuando adquiere un alto grado de alcohol, en torno a los 15 grados. Fermentado en depósito de acero inoxidable, siguiendo la tradición de sus antepasados realiza una crianza en garrafas de cristal de 16 litros conocidas como “damajuanas”. Permanece a la intemperie alrededor de 18 meses realizando una crianza oxidativa que le confiere al vino su distintivo color dorado. Posterior crianza en barricas de roble donde permanece mínimo los dos años reglamentarios previos a su embotellado.

Es un vino con recuerdos al sur, notas de amontillado tanto en nariz como boca. Sin embargo, la verdejo muestra su personalidad y te traslada a su origen.

Carrasviñas Dorado

Precio: 16 €. Denominación: Rueda. Bodega: Bodegas Félix Lorenzo Cachazo.